Le hice una promesa, encontrarme la salida.
Le hice un mapa de regreso, y no de llegada.
Hice lo posible por detener los segunderos del reloj.
Pero el tiempo no me perdió.
Hice, eso y más.
Hice un laberinto con salida, pero nunca llegó a mis brazos.
¿Cuándo aprenderé a oír con los ojos?
Todavía soy bastante fértil de las manos.
He vivido demasiado tiempo en las nubes,
para dejarme caer.
Inmóvil, y paso a paso, ¿me puedo sacar de ti?
No me dudaré un segundo.
Callejón o laberinto con salida.
No importa.
Nunca quiero salir de ti.
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