Laila Winter y los Señores de los Vientos

~ Atención: Posibles (mini)spoilers. ~

Os contaré un secreto: con esta saga pasa me pasa algo curioso, y es que tardó muchísimo tiempo en terminarme sus libros, pero no por desgana, sino justo lo contrario. Cada vez que uno de ellos cae en mis manos quiero saborearlo y degustarlo el mayor tiempo posible, alargándolo hasta el infinito si hace falta, y es que leer a Bárbara G. Rivero es una auténtica delicia. Sus libros tienen una historia brillante, unos personajes agradables y una más que buenísima ambientación, además de una genial escritura y un ritmo vertiginoso lleno de dinamismo. Y esto es, quizás, lo que más me ha gustado de este último que he leído.
En Laila Winter y los Señores de los Vientos nos encontramos con nuestras cuatro protagonistas tal y como nos despedimos de ellas en el libro anterior, además de muchos personajes a los que ya nos hemos podido acostumbrar en las Arenas de Solarïe y otros tantos nuevos que acompañarán a Laila y sus amigas en sus aventuras por los distintos reinos de Ïalanthilïan, y creedme cuando os digo que son muchas: esquivar a trolls hambrientos, sobrevivir a bordo de un barco de despiadados piratas, huir de distintos perseguidores que buscan aprisionarlas o visitar el reino de las famosas shilayas son algunas de ellas, que se suceden sin prisa pero sin pausa, haciendo así que los Señores de los Vientos sea un libro del que no te puedes llegar a aburrir.
Además, en esta nueva entrega se nos presenta con detalle otro de los reinos del mundo de la Bella Gente: Airïe, la tierra natal de la dulce Nimphia; con su curiosa estructura, sus barcos voladores y ese trato a los nemhiries que a Laila tanto indigna (aunque parece ser que a ellos no) Al mismo tiempo, mientras vamos conociendo un poco más Ïalanthilïan, surgen nuevas incógnitas y misterios, que sumándose a las anteriores crean un ambiente de intriga que anima a seguir leyendo.
Sin embargo, no todo son aventuras y peligros. También hay hueco para la magia, la amistad y (oh, sí) una pequeña pizca de amor, muy esperada por mi parte y que dejará con una sonrisita en los labios a más de uno.
Por lo demás, y dejando a un lado su genial trama, poco puedo decir sobre el libro. Como en la primera parte de la saga, Bárbara nos demuestra no sólo que sabe como contar una historia, sino que sabe hacerlo bien. Tiene un estilo trabajado y agradable de leer, ágil y ameno, de forma que en poco tiempo logra acostumbrarnos a este nuevo mundo creado en su mente. Descripciones justas pero con detalles, personajes carismáticos y buenos diálogos llenan las páginas del libro, haciendo que su calidad suba como la espuma.
Cabe destacar además la edición por parte de la editorial, que aun conservando la tapa blanda y las pequeñas hadas en los títulos de los capítulos, ha cambiado completamente el estilo de la portada original, ganándose un fuerte aplauso por mi parte, ya que la nueva me parece una auténtica preciosidad (me ahorro los comentarios -evidentes- sobre la primera ;)

Y ahora es cuando os preguntais: ¿y la parte negativa? Pues bien, puede que esto os sorprenda (y más teniendo en cuenta lo quisquillosa que suelo ser) pero lo cierto es que no la he encontrado. Si es verdad que he echado en falta más apariciones de cierto personaje (J.C. ♥) pero eso es perfectamente justificable atendiendo a exigencias de la trama, de modo que no tengo queja.
Es así como tenemos, entonces, una lectura prácticamente obligatoria para los amantes de la fantasía. Laila Winter brilla por su originalidad y el cambio radical que hace de la imagen de las hadas, por el estilo de su autora y por las personalidades que invaden sus páginas (Aurige, Aurige, Aurige) Sin embargo, aviso: una vez te atrevas a sumergirte entre sus páginas ten a mano el tercer libro de la saga, porque son demasiados los misterios que quedan sin resolver, y muchas las ganas que tendrás de desvelarlos cuando los Señores de los Vientos llegue a su final.

Según Niicky se merece...
Laila Winter y los Señores de los Vientos