Lamento profundamente que seas español

Visto en vertele.com:
- "...yo, ahora, no me meto con una desconocida en un ascensor ni a palos, porque sale y dice que le has tocado las tetas y te buscas la ruina. Es su palabra contra la tuya, pero la palabra de una mujer vale más en estos tiempos que la de un hombre. Para que la ley te ampare tienes que ser mujer, homosexual, travesti, negro, inmigrante, ateo, musulmán o de izquierdas. Si no eres nada de esto, estás frito. Yo, cualquier día de éstos, salgo del armario, me pongo bragas, falsifico un pasaporte ecuatoriano, rezo mirando a La Meca y me enfundo una camiseta con la foto del Che Guevara".
Creído: primero deberíamos saber cuántas mujeres, homosexuales, travestis, negros, inmigrantes, ateos, musulmanes y personas de izquierdas se subirían en un ascensor con este pájaro.
- "...terminamos follando en público, sobre la tarima. Me porté como un jabato, y ella como una jabalina. Los aplausos fueron ensordecedores. Había algunos japoneses que me gritaban:¡Number one, number one!. Las chicas tailandesas se frotaban contra mí como gatitas en celo. Yo estaba ebrio de gloria".
Fantasma: Machito español, de los que ya no quedan, de los que cuentan sus batallitas sexuales para ocultar no se sabe muy bien qué complejos.
- "Yo, a los ocho años ya me masturbaba y a veces lo hacía pensando en mi madre, lo que a ella, si lo hubiera sabido, le habría horrorizado".
Pregunta: ¿sólo le habría horrorizado eso?
- "¡Ligar con una monja es mi obsesión! Yo, en alguna ocasión, he alquilado en Cornejo un traje de monja y se lo he puesto a una chica para follar con ella. Hay una película porno maravillosa (…) que vemos continuamente. Se llama "Fuego bajo los hábitos".
Apunte: las monjas no aparecen en la lista de personas con las que no se metería en un ascensor así que... Que Dios las coja confesadas...
- "A mí me gustan las de quince. No hay nada como la piel tersa, los pechitos como capullos, el chochito rosáceo".
Solo puedo decir que lamento profundamente que este individuo no solo siga cobrando un sueldo de la televisión pública madrileña, sino que a día de hoy siga siendo español contra su voluntad.