Las crisis de septiembre

Los partidos de fútbol duran 90 minutos desde tiempos inmemoriales, la Liga BBVA consta de 38 jornadas, también desde hace mucho tiempo y, sin embargo, parece que todo pase más rápido. Los ciclos, las crisis, las rachas, se suceden a lo largo de la propia duración de un partido. Un mes de competición, por tanto, parece tiempo suficiente para comenzar a analizar la temporada de los equipos y, para, comenzar a pronosticar cómo va a finalizar la misma.

El Real Madrid ha comenzado de forma titubeante, pese a ganar con solvencia la supercopa de Europa ante el Sevilla, la derrota en la supercopa española y en 2 partidos de liga, uno frente al eterno rival y en el Bernabeú han hecho saltar las alarmas. Varios son los aspectos que preocupan al seguidor madridista.

La portería está en un debate constante, al menos externamente, el fichaje de Keylor Navas no ha apartado de la titularidad al gran capitán, Iker Casillas, que ha jugado todos los minutos oficiales, con un rendimiento discreto. Este problema se resolverá si Casillas vuelve al nivel que tenía hace unas temporadas o, finalmente, Ancelotti apuesta por Navas y este rinde a gran nivel. Conociendo el conservadurismo del técnico italiano, es complicado que esto suceda así que habrá que confiar en la capacidad de trabajo del capitán, puesta en entredicho. Problema que será complicado de solucionar.

El centro del campo es la otra gran duda, sobre todo por la configuración que ha quedado en la plantilla, los 3 mejores centrocampistas, Modric, James y Kroos, han jugado hace pocas temporadas como mediapuntas y están en periodo de reconversión, sobre todo Kroos, del que se quiere hacer un pivote organizador, con muchas responsabilidades defensivas, esto lleva tiempo, precisamente lo que no tiene un club de tanta exigencia. Ancelotti no está buscando alternativas, como serían la inclusión de Illarramendi o Khedira en el 11, jugadores con más calidad táctica. El problema se solucionará si Kroos y Modric consiguen complementarse lo suficiente como para sellar el centro del campo blanco o, si, en una de las escasas oportunidades que acabarán teniendo, Illarramendo o Khedira la aprovechan y se hacen en un hueco en el 11.

El protagonista del siguiente problema ya ha sido nombrado, James Rodríguez, rutilante fichaje estrella de este verano en el Bernabeú. Sigue buscando su sitio en el esquema de Ancelotti, parece que cómo más cómodo está es cómo 10, pero se le va a probar escorado a una banda o como interior. Tendrá que acortar su periodo de adaptación y empezar a rendir de manera destacada y regular para que no se le considere un fiasco.

Así pues, la palabra crisis a estas alturas de la temporada no tiene demasiado sentido, ponerse a aventurar qué resultados se conseguirán en mayo una utopía, pero empieza a ser tiempo de identificar los problemas que tiene el equipo y de buscar soluciones.