Revista Cocina

Las enfermedades no transmisibles y sus causas.

Por Mamucer @MarinaMunozC

Las enfermedades no transmisibles y sus causas.

– Marina Muñoz Cervera –

También conocidas como «crónicas», las enfermedades no transmisibles matan a 40 millones de personas cada año.

Este grupo de enfermedades no se contagian de persona a persona o a través de vectores, a diferencia de las patologías infecciosas. Y representan la causa de defunción más importante en el mundo, ya que superan el 63% del total de muerte anuales por distintas causas.

Son responsables de la defunción de más de 17 millones de personas con menos de 70 años y de estas, el 83% ocurren países de bajos y medianos ingresos.

En abril de este año, la OMS publicó una nota descriptiva sobre estas patologías en la que se reflejan los factores de riesgo y las formas de prevención.

Vamos a revisar la nota mencionada, con el objeto de centrar este grupo de enfermedades como la consecuencia directa de una serie de hábitos de vida, entre ellos, la alimentación insana.

¿Cuáles son las enfermedades no transmisibles (ENT)?

Las EMT suelen ser patologías de larga duración, de ahí que también se conozcan como «crónicas» por su duración y progreso  lento.

Las principales EMT son cuatro:

1.- Enfermedades cardiovasculares: ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares.
2.- Enfermedades respiratorias crónicas: asma y neumopatía obstructiva crónica.
3.- Cáncer.
4.- Diabetes.

¿Quienes están en riesgo de padecerlas?

En la mayor parte de las ocasiones vivimos sin ser conscientes del riesgo que corremos al persistir en una serie de hábitos. Sin embargo, algunos comportamientos o costumbres nos abocan de forma inexorable al padecimiento de ENT a lo largo de nuestra vida, discapacitándonos para llevar una vida normal.

Estas enfermedades no tienen preferencias, ya que son el resultado de una serie de alteraciones metabólicas condicionadas por hábitos malsanos.

Afectan por igual a hombres y mujeres de cualquier grupo etario y de todas las regiones y países del mundo.

Lo único que nos puede hacer diferentes a la hora de padecerlas o no, es la presencia o ausencia de los factores de riesgo responsables de su aparición o padecimiento.

¿Cuáles son los principales de riesgo de las EMT?

La OMS, en su nota descriptiva, refiere dos grupos de factores de riesgo, unos comportamentales y otros metabólicos. Sin embargo, los metabólicos ya suelen ser la consecuencia de comportamientos insalubres en la mayor parte de los casos.

– Factores de riesgo comportamentales.

Estos factores son modificables. Cambiando nuestros hábitos conseguiremos eliminarlos por completo y son los siguientes:

1.- Alimentación insalubre: Está demostrado que es causa de enfermedades cardiovasculares, de algunos cánceres y de diabetes. 4,1 millones de muertes anuales se atribuyen a la ingesta excesiva de sal/sodio.

2.- Inactividad física: El ejercicio insuficiente mata a 1,6 millones de personas cada año.
3.- El tabaquismo se cobra 7,2 millones de muertes año, sumando las exposiciones pasivas al humo.
4.- El alcohol es el responsable de la muerte de 3,3 millones de personas al año en el mundo.

– Factores de riesgo metabólicos:

Los siguientes cambios metabólicos aumentan considerablemente las posibilidades de padecer EMT:

1.- Hipertensión arterial: el control regular o periódico de nuestra tensión arterial, puede ayudarnos mucho a detectar esta silenciosa enfermedad.

2.- El sobrepeso y la obesidad: Solo manteniendo un peso corporal saludable, reducimos el riesgo de padecer EMT.

3.- Hiperglucemia: Es el paso previo de la diabetes tipo II.

4.- Hiperlipidemia: aumento de lípidos en sangre.

Los 4 factores de riesgo anteriores, en muchos casos, son la consecuencia de una alimentación desequilibrada e insalubre. Y la imagen que ilustra esta entrada es un ejemplo claro de conducta alimentaria en personas jóvenes que puede conducir a EMT.

¿Cómo podemos prevenir?

La única forma que tenemos de evitar el padecimiento de ENT es actuando sobre los factores de riesgo.

La manera más eficaz es cambiando los factores de riesgo comportamentales. No obstante, si no podemos o no nos hemos dado cuenta, tendremos que controlar los metabólicos.

Todos conocemos los grandes riesgos del tabaco y del exceso de alcohol, sin embargo, si no podemos deshacernos de estos hábitos por completo, podríamos reducir al mínimo el consumo de ambos tóxicos y si llevamos una alimentación saludable, reduciremos los riesgos de EMT.

En el caso de que no fumemos ni bebamos alcohol, solamente el hecho de tener una alimentación insana nos aboca a hipertensión, hiperglucemia, hiperlipidemia, sobrepeso y obesidad. Por tanto, un pilar fundamental en la prevención de las EMT es la alimentación saludable.

Otro pilar fundamental es el ejercicio físico. Si somos capaces de comer sano y de movernos a diario, tendremos gran parte de la partida de nuestra salud ganada. Normalmente, los hábitos anteriores conducen por si solos a la evitación o reducción del alcohol y del tabaco.

Entradas relacionadas:

La actividad física como medio para prevenir enfermedades.

Fuente:

Organización Mundial de la Salud (OMS). Nota descriptiva Abril 2017.

Imagen:

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Las enfermedades no transmisibles y sus causas.

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