LAS EXCENTICIDADES DE UNA RUBIA (Manoel de Oliveira, 2009)

El portugués Manoel de Oliveira es un especialista en longevidades, tiene ya 103 años de edad pero cualquiera puede verlo en Youtube bailando TAP con su bastón y ha hecho una de las películas más largas y atrevidas del cine contemporáneo, El zapato de satén por ejemplo, que dura más de seis horas. Pero Oliveira tiene también una faceta Express, como de cuentista expeditivo que resuelve complejos dilemas morales en historias cortas que se dejan ver como fábulas de una ironía extraordinaria.Excentricidades de una chica rubia es una de esas hazañas portátiles. Filmada en 2009, la película adapta un relato de Eça de Queiroz (un clásico de la literatura portuguesa). Y cuenta en un puñado de secuencias perfectas el calvario de un modesto, asordinado de Macario, un contador pobre sobrino de un comerciante poderoso que se enamora de una vecina misteriosa y ve su vida arruinarse sin remedio. Es un caso de amor loco, desesperado y hasta un poco ridículo como suelen ser los amores locos de Luis Buñuel (a quien Oliveira, dicho sea de paso, había homenajeado en 2006 filmando la continuación de Belle de Jour).Y hay mucho de Buñuel en Excentricidades de una chica rubia: el gusto por los rituales, los protocolos, las etiquetas que llevan el mundo social hasta la parodia; el anacronismo de una historia que sucede ahora, en el presente, pero cuyas convenciones morales parecen atrasar cien años; el tono, entre oscuro y fallezco,  como de folletín sentimental versionado por una inteligencia diabólica.El dinero se lleva mal con los sentimientos, esa parece ser la moraleja de Excentricidades de una chica rubia, una moraleja conservadora, sin duda, pero que Oliveira pone en escena en un mundo extraño, irreal como un museo, un mundo habitado por personajes que actúan compulsivamente, como autómatas o fantasmas, según lo que les dictan las fuerzas que lo poseen.  Trágica y cómica a la vez, filmada con una precisión deslumbrante Excentricidades de una chica rubia es otro pequeño prodigio de Manoel de Oliveira, quizá el único cineasta más grande que la vida que quede en el planeta.

Presentación realizada por Alan Pauls el 18 de mayo 2011 en Primer Plano I.Sat.

Transcripción del siguiente enlace audiovisual: https://vimeo.com/23337899