Las fotografías de lectores en el metro de Nueva York, un elogio del libro de papel

En el año 2011 el fotógrafo holandés Reinier Gerritsen empezó a observar un cambio entre la gente que leía en el metro de Nueva York. Poco a poco, iban viéndose más e-books y smartphones y menos gente leyendo libros de papel. Viendo esto, Gerritsen decidió tomar su cámara y empezar a fotografiar a los lectores de libros impresos, en una especie de homenaje a la lectura en papel.

Lo que empezó como una serie de modestas observaciones, se fue convirtiendo en una colección de retratos inesperados en un paisaje visual repleto de best-sellers, clásicos, novelas románticas, thrillers, Biblias, biografías y otros libros que acompañaban a los pasajeros en sus desplazamientos diarios. Retratos de lectores sumidos en los mundos que sostenían entre sus manos, transportados al mismo tiempo en sentido literal y figurado.

Gerritsen trabajó en este proyecto durante trece semanas en el transcurso de tres años. Se pasaba todo el día en el metro, de 8 de la mañana a 7 de la tarde, disparando su cámara sin descanso. Fotografiaba a los lectores por sorpresa, inmortalizando los momentos de lectura sin avisar ni pedir permiso. A pesar de que muchos podríamos pensar que esto pudiera provocar cierta hostilidad, Gerritsen afirmó que la mayoría de neoyorkinos fueron amables. “Tengo 60 años. Cuando era un jovencito, muchas cosas no estaban permitidas, pero cuando eres una persona mayor son más aceptadas. Es una de las pocas ventajas de ser viejo”, señalaba el artista. Para aquellos que desconfiaban, llevaba un pequeño pedazo de papel donde explicaba que los libros estaban desapareciendo y siendo reemplazados por dispositivos electrónicos sin carácter “al leer esto siempre me devolvían una sonrisa”, afirmó.

The Last Book (“El último libro”) es el recopilatorio publicado el pasado año sobre el trabajo del artista, cuyas fotografías fueron expuestas recientemente en la Julie Saul Gallery de Nueva York. Un gran trabajo fotográfico y un magnífico elogio para los que seguimos prefiriendo los libros de papel.