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Las lágrimas de Claire Jones - Berna González Harbour

Publicado el 23 junio 2017 por Entremislibrosyo
Las lágrimas de Claire Jones - Berna González Harbour

En ocasiones no he sido demasiado escrupulosa respetando el orden de las sagas para adentrarme en alguna de ellas, pero lo cierto es que últimamente me estoy reformando hasta que en forma de sorpresa llega a casa la tercera entrega de una saga cuyas dos novelas anteriores debo admitir que desconocía así que entonando para empezar esta reseña unmea culpahoy os hablo de Las lágrimas de Claire Jones.

Sinopsis


La comisaria María Ruiz se encuentra desterrada en una de las provincias españolas más tristes para una investigadora criminal. En Soria el último suceso irresuelto del que se tiene noticia ocurrió en 1954, cuando una mujer que presuntamente asesinó a su marido con matarratas desapareció para siempre. De estar viva, tendría 101 años. Desde que la destinaron a Soria, sacándola de la fiebre de Madrid, la comisaria Ruiz viaja todos los fines de semana a Ávila, donde acompaña en su trance entre la vida y la muerte a su compañero Tomás, que está en coma. Su viejo amigo, el comisario Carlos, finalmente ha conseguido convencerla para que un fin de semana se airee y vaya a visitarlo a Santander. Pero lo que tenían que ser un par de días de tranquilidad se convierte en el mejor incentivo para la comisaria Ruiz. El nuevo caso que Carlos tiene entre manos arranca con un coche abandonado en la zona del puerto. En el maletero, una chica muerta, y en el asiento del copiloto, un ejemplar del periódico The Times con fecha del 15 de octubre de 1998 y una noticia recortada. A estas pistas tendrá que enfrentarse una comisaria a quien el caso no le pertenece, pero que ella sí que necesita para no perder la cabeza y volver a sentirse realmente en activo y cercana a la realidad que mejor la define.

Mi opinión


La comisaria María Ruiz, de 40 años y anteriormente psicóloga del cuerpo, ha sido trasladada a Soria, una ciudad tan tranquila que amenaza con matarla de aburrimiento, tanto como para dedicarse a echar un vistazo a los casos no resueltos y encontrarse con que el último asesinato tuvo lugar en 1954. Su día a día transcurre con una calma que solo se ve rota cuando cada fin de semana se desplaza hasta Ávila donde Tomás, su pareja y también policía, está hospitalizado en coma. Tal es el estado de abatimiento de María que su amigo Carlos, comisario en Santander, la convence para que uno de esos fines de semana descanse y se divierta un poco con él en su ciudad. La aparición del cadáver de una joven en un coche abandonado hará que ese fin de semana no sea exactamente como esperaban.

Comienza así una investigación que enlazará sorprendentemente con la historia de los cuáqueros, una comunidad religiosa fundada en Inglaterra en el siglo XVII que defiende a justicia, la vida sencilla, la honradez estricta y el pacifismo. Un tema realmente interesante y que yo desconocía por completo a pesar de que esta comunidad tuvo un importante papel en la ayuda que los refugiados españoles de la Guerra Civil recibieron en los campos franceses. A través de numerosos saltos temporales que sin confusión alguna nos llevan desde la actualidad en la que se está llevando a cabo la investigación, hasta el pasado reciente en el que conoceremos a Claire Jones, la autora hace gala de un estilo sencillo y cuidado en una trama compleja y oscura que nos mostrará lo más depravado del ser humano en esta historia en la que el presente enlaza con una historia de la posguerra que nos dará las claves para la resolución del caso.
Las lágrimas de Claire Jones refleja fielmente cómo se siente la comisaria Ruiz en su destierro soriano, con una carrera profesional que parece ir hacia atrás en lugar de progresar y con una vida personal que se ha desmoronado. Si todo esto lo he sentido y vivido como lectora no me ha ocurrido lo mismo con las relaciones personales que existen entre los distintos personajes, llegando a resultarme en algún momento un tanto forzadas y poco naturales, aunque lo achaco al hecho de no haber leído las anteriores entregas y es que aunque estamos ante una novela que, al igual que sus predecesoras, es autoconclusiva en cuanto al caso que se investiga, no cabe duda que los perfiles se empiezan a trazar desde la primera novela y las amistades o enemistades entre ellos se forjan ahí. En cualquier caso, es una apreciación totalmente personal y la novela puede leerse de forma independiente ya que la autora proporciona información suficiente para que el lector conozca quién es quién.
Una de las cosas que más me ha gustado es el perfil que se realiza de Claire Jones, una protagonista ausente a la que principalmente conoceremos por lo que otros nos cuentan de ella. Una joven guapa y dulce que parece tenerlo todo y que se encuentra pavorosamente sola, lo que la convierte en una víctima fácil de cualquier persona sin escrúpulos, justamente lo que parece rodearla desde su nacimiento. Sí he sentido cercano a este personaje y aunque en muchos momentos no haya podido compartir su forma de actuar y sentir es sin duda un personaje con el que fácilmente se empatiza.
En la novela destaca especialmente su ambientación. A través de las palabras de la autora me he sentido trasladada no solo al tedio soriano, sino muy especialmente a la sordidez de ciertos negocios y a la corrupción policial. Berna González Harbour dibuja con acierto los escenarios en los que el lector se sumerge con el temor propio del ciudadano de a pie no acostumbrado a ciertos ambientes en los que la escopolamina y otras sustancias están a la orden del día.
En definitiva, Las lágrimas de Claire Jones es una novela negra con una trama compleja bien armada y muy bien resuelta que nos llevará de paseo a lo más bajo del ser humano y que nos enfrentará a la soledad de sus personajes.

Ficha técnica


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