Las lesiones oscurecen el Mundial

Arjen Robben ha sido el último en caer. A este paso, estad preparados, porque es posible que recibáis una llamada de vuestro seleccionador. El Mundial se está quedando sin estrellas a un ritmo tal que la FIFA debería considerar la posibilidad de adelantar la jornada inaugural. Antes de que sea demasiado tarde…

Robben se ha lesionado este sábado, a cinco días para el comienzo de la gran cita. El extremo holandés ha ofrecido sus dos caras en el amistoso ante Hungría: la del extremo desequilibrante y letal (dos goles) y la del jugador de cristal. Ha sufrido la enésima lesión muscular de su carrera y, aunque está pendiente de pruebas, el seleccionador oranje, Bert Van Marjwick, asegura que la cosa “tiene mala pinta”. Un palo para Robben y un palo para Holanda, que puede perder a su jugador franquicia.

En la misma jornada sabatina se ha lesionado John Obi Mikel, en cuyo caso no hay dudas: se pierde el Mundial sí o sí, en este caso por una lesión de rodilla. Nigeria pierde a su estrella, que se suma al escandaloso parte de bajas que se ha cebado con un club en concreto: el Chelsea.

Porque, además de Mikel, los hinchas blues ven con espanto cómo sus futbolistas caen como moscas en estos días previos a la gran cita. Como Didier Drogba, que tiene muy complicado llegar a tiempo de jugar con Costa de Marfil tras sufrir este viernes una fractura de cúbito. O Michael Essien, al que Ghana echará mucho de menos. Y, cómo no, Michael Ballack, al que una entrada de Boateng -alemán de nacimiento, aunque jugará en Sudáfrica con el equipo de Essien- en la final de la FA Cup dejó con el tobillo hecho unos zorros.

Sin salir de Inglaterra encontramos otras de las lesiones sonadas de esta accidentada pretemporada mundialista, la de Rio Ferdinand, el capitán de la escuadra de Fabio Capello y pilar de su sistema defensivo. La lista de ilustres caídos la completa (por ahora) Andrea Pirlo, con problemas en un gemelo. El futbolista más talentoso de la vigente campeona del mundo ha decidido incluso abandonar la concentración de Italia para buscar una recuperación milagrosa en solitario. Marcelo Lippi, eso sí, le guardará el sitio hasta el final. Sabe que su Italia lo necesita como el comer.

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