Revista Cultura y Ocio

Las luminosas. Lauren Beukes

Por Mientrasleo @MientrasleoS

Las luminosas. Lauren Beukes
     "Harper aprieta en el puño el poni naranja que guarda en el bolsillo de la americana. Es de plástico y está cubierto de sudor. Aquí es pleno verano, hace demasiado calor para lo que lleva puesto, pero ha aprendido a utilizar un uniforme para lo que va a hacer, vaqueros, en concreto. Da largas zancadas, a pesar del pie renqueante, como un hombre que camina porque va a algún sitio. Harper Curtis no es un parásito, y el tiempo no espera. Salvo cuando lo hace."
       Si os digo la verdad, entre la imagen de la cubierta y el título, que me hacía pensar en las niñas gemelas de El resplandor, cuando me llevé este título a casa creía que estaba ante una novela de terror. Sin embargo, lo que me encontré fue un thriller con un punto de diferencia muy importante frente a las novelas habituales. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Las luminosas.
     Conocemos a Harper cuando le da un poni de plástico a una niña, Kirby. Él se nos antoja peligroso desde las primeras líneas, y la niña casi una víctima inocente. Sin embargo, no sucede nada hasta años después cuando, cumpliendo la promesa que le hace a la niña, regresa a buscarla. Y lo hace para asesinarla. Lo que no sabe es que será su única víctima capaz de sobrevivir a su atroz ataque y que además se convertirá en su perseguidora más feroz. Kirby, becaria en un periódico y acompañada del veterano reportero Dan, sabe cual es su objetivo: encontrar a ese hombre.
   El libro empieza justo como comienza la sinopsis; cuando Harper y Kirby se encuentran. En ese momento no sabemos que Harper es un asesino, ni que Kirby será la otra gran protagonista de la historia. Pero intuimos que su relación va a ser importante. Y poco tarda la autora en situarnos y mostrarnos lo que se nos viene encima en este libro.
     La trama, que nos sitúa en Chicago abarcando cincuenta años (desde los años 30 a 1993), se estructura alternando la historia de uno y de otro: Kirby y su búsqueda incansable, y Harper y sus asesinatos. De este modo, vamos avanzando intentando comprender el puzzle que nos plantea Beukes en una historia que, hasta aquí, no parece que plantee nada original. Pero en este novela hay un tercer protagonista muy importante: la Casa. Y es una casa escrita así, con mayúsculas, porque en ella se establece una especie de santuario de sus víctimas y, más allá de eso, un medio para encontrarlas. Porque lo que aún no os he dicho es que la estructura de la novela incluye viajes en el tiempo. La autora nos dibuja una suerte de bucle temporal por el que Harper es capaz de moverse, mientras que Kirby acompañada por el reportero Dan, investiga en un presente situado en 1993. Y esta es, sin duda alguna, la parte más atractiva del libro. Lauren Beukes no tiene miedo a las paradojas temporales, sino que casi se vale de ellas para simplificar una historia que parece un galimatías pero en la que no nos perdemos en ningún momento. Una novela con una sólida trama negra salpicada con sangre que busca involucrar al lector en la caza de un culpable al que miramos con lupa para buscar su defecto que lo haga susceptible de ser descubierto. Y una novela en la que, por difícil que os pueda resultar creerlo, su autora consigue que nos creamos lo que nos está narrando: en ningún punto tuve la sensación de estar ante una novela de ciencia ficción pese a lo que os acabo de explicar.
 
     Las descripciones son someras, el lenguaje directo y la prosa queda desprovista de cualquier elemento de artificio que nos distraiga de la trama principal, y si embargo nos da los datos suficientes como para que reconozcamos a las víctimas que nos ha presentado en el momento justo en que su destino queda sellado, años antes de encarar la muerte. Porque ese es el tercer eje y también el tercer punto que articula una novela que busca mantener un ritmo constante, una cadencia: conocemos a la víctima, conocemos lo que le sucede y conocemos cómo avanza el presente. Avanzamos. Repetimos. Y así cada vez hasta construir una historia en la que destaca la originalidad del planteamiento por encima del desarrollo del mismo. Porque, tengo que reconocer, que vista así, parece que tiene todos los ingredientes para ser una gran novela, y sin embargo le falta un punto para brillar. No he encontrado una profundidad suficiente en sus protagonistas, ni siquiera en el binomio Dan-Kirby, y eso ha deslucido de manera considerable mi valoración final.
       Las luminosas es una novela entretenida en la que descubrimos que aún nos quedan muchos caminos que recorrer en la novela negra para poder afirmar eso que tanto se dice últimamente sobre que "ya está todo inventado".
     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
     Gracias

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