Revista Cultura y Ocio

Las mujeres casadas no hablan de amor

Publicado el 14 septiembre 2012 por María A. Ayuso @MariaysuMundo

Hace unas semanas, la editorial Planeta me mandaba ‘Las mujeres casadas no hablan de amor’ (Melanie Gideon), novela que prometía ser una lectura ideal de verano.  Tenía expectativas puestas en que fuera un libro agradable, fluido y divertido. No me ha decepcionado.

Las mujeres casadas no hablan de amor

Alice Buckle tiene 44 años y está a punto de cumplir los 45, la edad a la que murió su madre. A punto de superar esa barrera psicológica, se encuentra con un matrimonio que se está desgastando a pasos forzados. Además hay que sumar a Zoe y Peter, sus dos hijos adolescentes. Alice se encuentra en plena crisis existencial y por casualidad recibe un correo en el que le proponen participar en una investigación sobre el matrimonio del siglo XXI. Al principio es reticente, pero Alice acaba aceptado por el prestigio de la institución. A partir de este momento se le asigna una persona que le mandará las preguntas de la encuesta y con la que tendrá que sincerarse. Ella tendrá el nombre de Casada 22 y él será Investigador 101. A partir de aquí comienza una relación que será primero profesional y después algo más personal. A través de las redes sociales empiezan a contactar y a contarse cosas íntimas, que les hace replantearse la fidelidad hacia sus parejas.
Mientras esto sucede, William, su marido, es despedido fulminantemente de su empresa de publicidad. La crisis económica se suma a la personal del matrimonio ya que con el sueldo de profesora de teatro (a tiempo parcial), no van a llegar a fin de mes. Alice cada vez se siente más sola. Los niños crecen, su mejor amiga se va a casar… Todo el mundo parece feliz menos ella, que siente frustrada en cada cosa que hace y no es capaz de mostrar sus emociones con la gente a la que quiere.  Poco a poco su mundo se va resquebrajando y ella es la siguiente en estar en las listas del paro. La última función del colegio no funcionó y por eso deciden rescindir su contrato. Alice se ve metida en un agujero negro en lo personal y en lo profesional. Las conversaciones con Investigador 101 empiezan a ser más íntimas y pronto tendrá que tomar una decisión que podrá cambiar su vida aunque lo que no espera es la sorpresa final de la investigación.
Pese a ser una mujer fuerte, no puede evitar derrumbarse cada vez que piensa que está a punto de llegar a la edad con la que su madre murió. Este hecho le agobia y traumatiza. Cree que William es incapaz de entenderlo, que bastante tiene con su trabajo y con atender a los niños y la cocina. Como comentaba antes, al principio no me causaba demasiada simpatía, pero al ver el puntito de locura que tiene, me empezó a caer mejor hasta que me he convertido en su fan absoluta. Es una mujer con  el convencimiento absoluto de que su hijo de doce años es gay, no soporta al novio de su hija (que además es el hijo de su mejor amiga) y es una escritora de teatro fracasada en su primera obra. Todos estos elementos la convierten en alguien con falta de cariño y por eso se refugia en Investigador 101, aunque también lo hace para superar la edad traumática a la que está a punto de llegar.
Para ser sincera, me he llevado una grata sorpresa con ‘Las mujeres casadas no hablan de amor’.  Tenía ganas de poner un punto y final a mis vacaciones con una novela de esas que puedes leer sin apenas esfuerzos. Decidí que era un buen momento para dar la oportunidad al libro de Melanie Gideon y sumergirme en la vida de Alice. Tengo que reconocer que al principio su personaje no me causaba mucha simpatía, la encontraba algo neurótica y atormentada, pero en cada capítulo, en cada situación, ha ido ganando mi afecto y confianza. ‘Las mujeres casadas no hablan de amor’ es un libro divertido, con Alice, un personaje principal muy de nuestro tiempo y que necesita la misma seguridad que cualquier ser humano, en lo personal y en lo laboral.
La autora consigue que nos vayamos enganchando a una historia desenfadada y muy actual, tanto por los protagonistas y el modelo de familia que representan (también las de sus amigos) y por todos los elementos tecnológicos que va añadiendo, nuevas herramientas de comunicación como Facebook o Twitter, que han cambiado nuestra manera de relacionarnos con las personas.
Además de tener un argumento atractivo y dinámico, la estética del libro es muy original ya que divide los capítulos con estéticas diferentes, usando diferentes tipos de letra para hacer una división de: la historia (su familia, sus hijos, sus situaciones); los correos que se intercambia con Investigador 101 y las conversaciones en Facebook. Al principio puede ser un elemento que despiste pero en cuanto se entra en la historia y se entiende el estilo, será muy gratificante y ayudará a agilizar la trama.
‘Las mujeres casadas no hablan de amor’ no será la mejor novela de la historia, pero entretiene mucho y el estilo fresco y dinámico hace que no decaiga en ningún momento la narración de la misma. Un argumento divertido y actual,  unos protagonistas muy sencillos y de nuestro tiempo y un final algo sorprendente, son razones suficientes para darle un 9/10.

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