Revista Sociedad

Las nueves habitaciones de la felicidad

Publicado el 14 noviembre 2011 por Bebloggera @bebloggera
Por  La P0ps, desde Chile. 
Las nueves habitaciones de la felicidad
Cuando decidí ir a terapia, creohaber tomado una de las decisiones más cuerdas de éste último tiempo. Estaba deshecha,sabía que cada paso que daba, dejaba en mi alguna herida, pero lo peor, fuedarme cuenta, que en ese entonces, cada decisión que tomaba afectabanegativamente en los demás.  

Hay personas que piensan que iral psicólogo, es lo peor. Hay otras personas que creen que es lo mejor. Micuento con esto de las emociones y el de necesitar ayuda para entender muchascosas, viene de muchísimo antes. A los 13 años, les pedí, voluntariamente a mispadres que me llevarán al psicólogo, no sé por qué, yo sólo quería ir. Debohaber hinchado lo suficiente como para que hayan accedido. Así, llegue a miprimera terapia infantil, y sin querer queriendo, fue mi primera ida a lamierda, porque del psicólogo, derivé al psiquiatra infantil y en mis primerosantidepresivos. En fin, lo había logrado, alguien me estaba ayudando a entendereste desorden que tenía en la cabeza (y que aun cuando lo entiendo, sigo teniéndolo).No tengo recuerdo de mi alta, creo que nunca me la dieron. Yo sólo arranque.

Las nueves habitaciones de la felicidad
Mi segunda terapia fue másterrible, porque nacía de mis enfermizas ganas de no vivir un día más mi vida. Laadolescencia es algo súper rudo, y más para las que emocionalmente de pronto noestábamos bien paradas. Y en general, no hablo mucho de esto, pero creo que hayque ser súper clever para vivir la adolescencia sanamente. Ahí está la madre detodos nuestros corderos. Si fumas, si tomas, los atados con la comida, lasrelaciones con los amigos, con los enemigos, con la familia, etc. ¿Y yo?,bueno, yo sólo creí que no podía con lo mío no más. Lo que me costó una terapiade años eterna, con dos terapeutas diferentes, más visitas periódicas al amorde psiquiatra que tenía en ese entonces, que me “empepaba” hasta decir basta. Fueun largo y muy difícil período, que me llevo a estar lejos de mi familia, de micolegio (porque ese año no pude ni terminar de estudiar), de mis amigos. Tengorecuerdos tan heavys como el que mis amigas me obligaban a salir con ellas, yme ayudaban a arreglarme, mientras lloraba frente al espejo. Lo peor de todo,es que creo que nunca, pero nunca antes, ni después, estuve tan lejos de mí. Ycuando, ya me sentí recuperada, en mis primeros años de universidad, me juré amí misma, nunca volver a tocar fondo de esa manera, no por ellos, si no por mí.

Así, con 26 años, arranqué de unaterapia, por 5 meses, meses que por cierto, estuvieron llenos de mucho jolgorioexcesivo y muchas embarradas excesivas. Hasta que cuando caxé que estaba a puntode irme a pique de nuevo, fuí lo suficientemente valiente para asumir que sóloya no podía, y que necesitaba que alguien me ayudara a poner orden. Esta creoque ha sido la terapia más consciente y provechosa de mi vida. Tengo clarito,clarito, en que estoy, por qué, para qué y un montón de explicacionesorganizaditas en mi cabeza y en mi corazón. Lo difícil fue descubrir, el origende todas mis angustias. Sin embargo, es algo de lo que nunca en la vida podréescapar.


Las nueves habitaciones de la felicidad

Parte de mi rehabilitaciónasistida, fue este maravilloso libro de Lucy Danziger y Catherine Birndorf, “Lasnueve habitaciones de la felicidad”. Lo conocí a través de la revista Ya, yluego de quedarme pegada leyéndolo en la feria del libro, decidí que tenía quecomprarlo, fue un claro acierto.
Las nueve habitaciones de lafelicidad, es un libro, para el alma, no sé si de autoayuda, pero sí sé que escapaz de ayudarte a organizar algunos cuentos que puedan estar haciéndote lavida a cuadritos. Éste libro, no fue la solución a mi vida, pero si me ayudó aponer las cosas en su lugar.

Lo que hace este libro esorganizar tu vida personal en nueve habitaciones, imaginando que tu vida, esuna casa. De éste modo, puedes ordenar tus emociones, tus culpas, tus fobias,tus aprehensiones, respecto de la gente que te rodea y de ti misma. Así, elliving se relaciona con tus amigos, tu habitación con la relación de pareja, elbaño con el amor propio, etc.

Es un fantástico libro que tepuede ayudar a descubrir, eso, la madre del cordero, y quizás te incentive apedir ayuda, como yo, o simplemente hacer algo por ti y por el resto paramejorar.

Las nueves habitaciones de la felicidad

No es un libro económico, pero esun libro compañero, de esos que es necesario leer cada cierto tiempo, y esohace valer su precio. Es un libro para devorar, pero también es un libro paraleer de manera pausada, de repente, para tomarse el tiempo necesario de leer,reflexionar, y quizás solucionar.
No todos necesitamos lo mismo, notodos funcionamos ni reaccionamos de la misma manera. No digo que las terapiassean lo mejor, yo creo que las terapias son sólo para las personas que soncapaces de enfrentarse a sí mismas de una manera, de pronto, bien violenta.Hasta creo que “ a veces, es mejor no saber”, pero sí creo que uno, como un serúnico, individual, pero a la vez, un ser social, que se debe también al mundo,a veces, tiene que parar y buscar maneras de ser mejor, no sólo para uno sinopara todo el mundo que te rodea. Yo espero que mi dato, a alguna o alguno,pueda encaminarlos hacia allá.

Volver a la Portada de Logo Paperblog