Las Oreo, la próxima droga

Si estás enganchado a las galletas Oreo y no sabes por qué, tengo la respuesta. No es por el chocolate, no es por hacer carreras a ver quién se come antes el relleno de crema con la lengua, no es porque las hagan ahora en tamaño mini para que comas más. Es que son igual de adictivas que la cocaína.
No lo digo yo, lo dicen investigadores del Connecticut College, en Estados Unidos, que han demostrado que son tan adictivas como la droga, al menos para las ratas de laboratorio. Y si a las ratas les pasa eso, qué no nos pasará a nosotros.
Todo viene por una asociación de ideas entre el placer del consumo de cocaína o morfina y el de comer las galletas. De hecho, el placer era mayor cuando comían el dulce, se activaban más neuronas en el cerebro, por lo que demostraron que las comidas con más azúcar y grasas de lo normal, despiertan en nosotros esa adicción escondida.
Ahora se entiende mucho mejor que no te puedas resistir a ciertas comidas o productos pese a saber que no nos hacen ningún bien a nuestro cuerpo y nos digamos a nosotros mismos "sólo es un día", "mañana compenso", etc. No os engañéis, no vais a poder esconderos de esa comida basura, lo sabéis.
Pero el problema es que si nos falta azúcar en el cerebro, éste manda una orden en forma de impulso que hace que comemos más, así que no sé cuál es la mejor solución. Bueno sí la sé, venga. Las autoridades sanitarias recomiendan que no pasen más de tres horas entre comida, comer cinco veces al día -a mí no me salen las cuentas, lo mismo es que me siguen fallando las matemáticas-, y alimentarse de productos sanos para mantener al cerebro bajo control y que no se salte la dieta, que para eso ya estamos nosotros.
Y ya que es media mañana, voy a por un cafecito... con unos bollos, ¿no?