Las ovejas no pierden el tren (2015)

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La crisis económica ha obligado a Luisa (Inma Cuesta) y Alberto (Raúl Arévalo) a irse a vivir al campo. Luisa está obsesionada con la idea de tener un segundo bebé aunque la situación del matrimonio no es precisamente buena. Por otro lado, su cuñado Juan (Alberto San Juan) es un periodista que acaba de empezar una relación con una compañera de profesión veinte años más joven (Irene Escolar). Finalmente, Sara (Candela Peña), hermana de Luisa, cree encontrar en otro periodista (Jorge Bosch) al hombre que por fin la llevará hasta el altar… ¿o son vanas esperanzas? ¡Qué suerte tienen las ovejas! Ellas, al menos, no se deben preocupar de perder el tren.

Calificación: 5,956.

Tráiler de la Película

Ficha

Título Original: Las ovejas no pierden el tren.
Director: Álvaro Fernández Armero.
Guionista: Álvaro Fernández Armero.
Actores: Irene Escolar, Raúl Arévalo, Inma Cuesta, Candela Peña, Alberto San Juan, Jorge Bosch, Kiti Mánver, Ruth Armas, Pilar Castro, Raúl Fernández, Marina Francisco, Patxi Freytez, Hugo Fuertes Marciel, Eva Marciel, Petra Martínez, Álex Martínez, Pepo Oliva, Miguel Rellán, Alicia Rubio, Mariano Venancio.
Productor: Juan Gordon.
Fotografía: David Azcano.
Música: Mikel Salas.
Montaje: Paco Díaz.
Dirección Artística: Curru Garabal.
Diseño de Vestuario: Tatiana Hernández.
País: España.
Lugares de Rodaje: Las Palmas, Madrid (España).
Fechas de Rodaje: De 05-02-2014 a 05-04-2014.
Año: 2015.
Duración: 103 minutos.
Edad: No recomendada para menores de 12 años.
Género: Comedia, Drama, Romántica.
Estreno: 30-01-2015.
DVD (Venta):
Distribuidora: eOne Films Spain.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España.
Espectadores: 103.761.
Recaudación: 632.167,28 €.

Crítica

01-02-2015 – ANTÓN MERIKAETXEBARRIA

Mi ovejita lucera

Nueva comedia española, en la línea de “3 bodas de más” (Javier Ruiz Caldera, 2013), centrada en los rifirrafes sentimentales de toda una serie de parejas, donde los ribetes familiares y los problemas que conlleva alcanzar la madurez también cuentan. Y cuentan mucho en “Las ovejas no pierden el tren”, puesto que, burla burlando, se insertan acciones y reacciones sobre el diario discurrir y las diferencias, siempre presentes entre hombres y mujeres, en su sistema de valores y en sus formas distintas, pero complementarias, de entender la vida. Atractiva, cálida y con un punto de mala uva, el realizador logra entretener al espectador de principio a fin.

Asimismo, la película aporta diferentes puntos de vista sobre la vida en la ciudad y la ídem en el campo, que incluso recuerda a la popular canción de Pepe Mairena ‘Mi ovejita lucera’, cuya letra -«Tengo yo una ovejita lucera… Beeeee… Me da queso… me da lana… Baaaaa»- tiene su equivalente visual en alguna que otra escena campestre de este agridulce divertimento, donde los sentimientos cuentan de manera decisiva. Aunque, por otra parte, como no podía ser de otro modo, también es un cuadro social de un país, un lugar y una época.

Las virtudes esenciales de Álvaro Fernández Armero (“Brujas”, 1996) son la claridad en la exposición, la condensación de los tiempos, la ternura crítica en el trazado de los personajes y el humor castizo que surge a lo largo del desarrollo del filme. Ese humor convive pacíficamente con situaciones nostálgicas, al tiempo que el director sabe pulsar las teclas de la comedia. El resultado es una historia de rabiosa actualidad y bastante lúcida, realzada por un bien conjuntado plantel estelar, en el que sobresale el hiperactivo Raúl Arévalo, que lleva una de las carreras más armoniosas, con las mejores compañeras de reparto, los mejores cineastas y las mejores películas que un actor español pudiera soñar.