Revista Cultura y Ocio

Las Prerrogativas Parlamentarias.

Por Davidominguez

Las Prerrogativas Parlamentarias.El hecho de ser parlamentario (o diputado, o tener un escaño) implica el acogerse a un régimen jurídico distinto al de los demás ciudadanos, lo cual viene dado por el estatuto de los parlamentarios. Dentro de este mismo estatuto, cobran importancia los reglamentos de las cámaras, que son establecidos por ellas mismas y que regulan su actuación. Estos reglamentos establecen una serie de derechos, deberes y obligaciones a las que están sujetos los parlamentarios. Estos particulares derechos, deberes y obligaciones les reportan una serie de ventajas y desventajas, aunque más lo primero que lo segundo. En este campo de acción resaltan las prerrogativas de los parlamentarios.
Las prerrogativas de los parlamentarios se utilizan para asegurar un adecuado funcionamiento de las cámaras y están encaminadas a proporcionar a los parlamentarios las suficientes garantías que les permitan ejecutar sus funciones con total libertad.
Estas prerrogativas influyen en el ámbito de los derechos fundamentales, no solo en el sentido de que los parlamentarios (diputados o senadores) ven ampliados sus derechos sino también en el sentido de que esta ampliación constituye una limitación para los derechos de los demás ciudadanos. Esto deriva inevitablemente en la quiebra del principio de igualdad que funda todo nuestro ordenamiento jurídico. No obstante, repetir como hemos dicho en el segundo párrafo que, la función de las prerrogativas no es conceder unos privilegios a una categoría de ciudadanos sino garantizar el funcionamiento libre e independiente de las cámaras sin que se sientan coaccionadas en el ejercicio de sus funciones.
+ Estas prerrogativas son:
- Primera, la inviolabilidad que protege a los diputados durante el ejercicio de sus funciones, es decir, mientras está trabajando en su escaño, o sea, dentro del parlamento, estos, los diputados, no pueden ser sometidos a procedimiento alguno ni por las opiniones, ni por los votos que emitan en la cámara de la que forman parte. De manera que, así, puedan expresarse los diputados libremente, sin temor a posibles represalias.
- Segunda, la inmunidad parlamentaria donde los diputados quedan protegidos ante detenciones o cualquier otra forma de privación de libertad, así como frente a la iniciación de procedimientos penales contra ellos. En otras palabras, para ellos no existe la detención preventiva como puede ocurrirle a un ciudadano de a pie. El objetivo de esto es que nadie pueda acusar a un diputado de un delito con la intención o el fin de apartarlo de su puesto temporalmente, impidiéndole así, al diputado, poder realizar votaciones en las cuestiones que se traten en el Parlamento. No obstante, si será detenido el diputado si se le pilla cometiendo el delito en el acto. - Y tercera, el aforamiento (fuero especial) donde un diputado tiene un juzgado concreto para ser juzgado, concretamente, se da dos casos: si se es diputado del parlamento de una comunidad autónoma, entonces el diputado será juzgado en el Tribunal Superior de Justicia de la comunidad autónoma a la que corresponda y si se es diputado en el Parlamento de España, el diputado será juzgado en el Tribunal Supremo.
Después de conocer de qué trata las prerrogativas parlamentarias, a continuación presento dos situaciones bastante cómica que se produjeron hace ya unos años y que pasarán a la historia, al hilo de todo lo mencionado.
La primera situación la protagonizó la que fue Ministra de Fomento, Magdalena Álvarez (PSOE). La mujer, después de ser acusada falsamente por un diputado del Partido Popular de haber filtrado a los medios de comunicación un informe sobre el siniestro de Spanair, le dice al diputado popular que por qué no le acusa de eso en la calle. Hubo personas que interpretaron, al desconocer las prerrogativas parlamentarias, que Magdalena Álvarez, por su respuesta, era una borde y que si pretendía dar una paliza al diputado popular. Sin embargo, no se trataba de eso. Magdalena sabía que el diputado amparado por la prerrogativa de la inviolabilidad podía decir esa falsa acusación sin temer a ser denunciado; por esa razón, ella le pide que le acuse en la calle, porque de esa manera, estando el diputado popular fuera del escaño podría denunciarle por injurias y calumnias.
Vean este hecho en el video:




La segunda situación, es más cómica si cabe, el que fuese diputado en el Parlamento de España varias veces y presidente del Partido Popular en Canarias, José Miguel Bravo de Laguna, fue pillado junto a su mujer robando un majestuoso pijama de seda en los almacenes Marks and Spencer de la capital inglesa.
En España, en el Corte Inglés, quizás lo hubiese dejado pasar, pero en la Inglaterra de su implacable majestad Isabel II eso no podía tolerarse de un extranjero.
Las Prerrogativas Parlamentarias.El diputado le espetó a los guardias: “¡Usted no sabe quién soy yo!”, probablemente lo dijera en inglés. Ante esto, el diputado fue llevado a la comisaría de Scotland Yard. Allí, más humilde confesó su hurto pero en lugar de pagar una sustanciosa sanción económica (multa), el diputado, amparándose en la prerrogativa parlamentaria del aforamiento, tiene que ser juzgado de dicho delito en España, en el Tribunal Supremo, como corresponde por ser diputado español.
La situación que podía haberse resuelto fácilmente pagando la multa se complicó, produciéndose una crisis diplomática entre Inglaterra y España, finalmente, fue EXTRADITADO y juzgado en nuestro país.
En fin, unas situaciones chistosas producto de la protección que ofrecen las prerrogativas parlamentarias que, hoy, en el Club de los Historiadores, recordamos.
por David Domínguez.

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