La evolución de las redes sociales ha creado posibilidades para promover la evolución de los negocios. En la actualidad, estas plataformas no solo ofrecen una oferta de entretenimiento a las personas, sino que entregan varias ventajas que pueden ser utilizadas con fines organizacionales, convirtiéndose en una importante solución de análisis de información, conexión e interacción para las compañías.
La información que arrojan las plataformas sociales permiten conocer y entender las necesidades del consumidor, saber sobre sus gustos, hábitos y preferencias. Esta característica posiciona a la herramienta digital como una red funcional que se adecúa a las diferentes industrias, convirtiéndose en un factor clave a la hora de optimizar la oferta, presentar servicios y acercarse a potenciales clientes.
En la actualidad, es muy bajo el porcentaje de las empresas o negocios que no tienen presencia en redes sociales. De alguna u otra forma, en su mayoría cuentan con algún canal social para mostrar su marca.
Las organizaciones más avanzadas usan estas herramientas como estrategia para activar campañas que les permitan llegar a audiencias específicas. Dichas plataformas han demostrado ser grandes aliadas para los negocios. En la práctica, un colaborador de ventas, por ejemplo, tiene la posibilidad de potenciar su trabajo a través de LinkedIn, mediante los contactos que mantiene y los que puede lograr.
La presencia en redes sociales genera nuevas oportunidades sobre los procesos de un negocio, desde la interacción directa con el cliente, la construcción de comunidades afines, la respuesta inmediata y acertada sobre el producto o hasta el servicio que se ofrece. Sin embargo, es importante aclarar que cada red social tiene un lineamiento específico y usarlo de manera errada pude llegar a ser contraproducente para el negocio.
Por ejemplo, Pinterest es una buena alternativa para mostrar productos y redirigir a un sitio web. Facebook es ideal para generar conversaciones entre los clientes e interactuar a través de contenidos, Twitter se recomienda para posicionar tendencias relacionadas a los objetivos de marca y LinkedIn es una red que ayuda a fortalecer las relaciones empresariales.
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Estamos en un momento en donde la reputación de las marcas se construye en tiempo real. Hace unos años las quejas de un usuario tardaban en llegar a los oídos correctos, y lo hacían de manera diluida tras pasar el proceso de voz en voz. Hoy en día, el éxito de las áreas de atención al cliente de las compañías depende en gran parte del uso e interacción que la empresa tenga con sus clientes a través de las redes. Con la facilidad y la agilidad que un ‘tuit’ o un ‘chat’, el negocio puede impactar al instante en la percepción de la marca, de forma positiva o negativa.
Sobre este mismo avance tecnológico, los usuarios se han vuelto mucho más exigentes frente a lo que sus proveedores les ofrecen a través de los diferentes canales sociales. De la misma forma, los negocios se han visto en la obligación de reinventar sus procesos para responder a dichas necesidades del consumidor.
Uno de los principales retos del sector empresarial frente a esta evolución digital radica en cómo canalizar el uso de las redes y qué provecho pueden sacar de ellas internamente al tener en cuenta que la generación actual de trabajadores son consumidores de cuentas sociales y no por esto necesariamente aprovechan el potencial que estas soluciones tienen para el área laboral. Para ello, es necesario empezar a generar una adaptación sobre la cultura, el pensamiento y los métodos de trabajo que evidencien las ventajas y beneficios que trae al negocio con el uso de estos canales personales.
De acuerdo con un estudio realizado por Laborum.net, el 45% de personas revisa sus cuentas sociales a escondidas durante la jornada laboral. ¿Qué pasaría si en vez de que estos hábitos fueran prohibidos se promovieran en la empresa?
El hecho de que los colaboradores de una compañía sean más productivos o se sientan identificados con la organización, está estrechamente relacionado tanto con la satisfacción que le brindan sus actividades laborales como con las licencias que proporciona el empleador, por ejemplo, el uso libre de sus perfiles personales. Es aquí donde los líderes empresariales deben ser hábiles para transmitir el desarrollo de una atmósfera favorecedora ante las redes que definitivamente pueden agregar valor a la labor de los colaboradores y al negocio en general.
De esta forma, es claro resaltar que el uso de redes sociales no solo está transformando a las personas sino está cambiando la manera de hacer negocios, pues su uso en los diferentes ambientes corporativos es una realidad que se vive en el mundo empresarial y que se está implementando a muy corto plazo, ya que la demanda aumenta significativamente. En este orden, ¿estaría dispuesto a cambiar la cultura laboral para fomentar un uso proactivo de las redes sociales?
Por: Laura Cano, Líder de Social Media para SAP Latinoamérica
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