Las vacaciones

Pues nada, que yo este año no me he ido de vacaciones. Y el año pasado tampoco. No me he ido de viaje, quiero decir. Solo nos hemos podido permitir escaparnos un fin de semana a la casa de unos amigos en un lugar paradisíaco (si me sigues por Instagram ya habrás visto alguna foto). Y con lo de permitirnos no me refiero a la cuestión económica, no van por ahí los tiros. Es que queremos estar pendientes de cómo van las obras de reforma en nuestro piso.

La ventaja de vivir en un sitio como Coruña es que no hace falta marcharse de aquí para disfrutar del mar. Y yo tengo la playa y la piscina muy, muy cerquita. Otra cosa es que el tiempo acompañe, que ya se sabe cómo se las gasta Galicia.

El tiempo de vacaciones se me pasa volando, entre las visitas a la obra, seguir avanzando en la colcha, bordar, mirar a las gatas retozando, leer libros digitales y de los otros… No consigo dedicarme a todas las cosas que tenía en mente, pero eso siempre es así ¿no? Y, al fin y al cabo, ¡estoy de vacaciones!

Algo que nos ayuda a sobrellevar mejor este agosto in the city es que estamos en un piso con terracita y unas vistas muy parecidas a las de nuestra casa. No es que estemos a nuestras anchas, pero al caer la tarde, los días que la temperatura acompaña, sacamos unas sillas a la terraza y nos tomamos unas cervezas tan ricamente. Como si estuviésemos en la terraza de un hotel.

Y tú ¿te has ido de vacaciones o te toca quedarte en casa?

Por cierto: sí, también tenemos vistas sobre el cementerio, como puedes ver en la última foto.

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Las vacaciones, es un artículo publicado en el blog de Montse Llamas
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