Las vacaciones y la vuelta

Creo que lo habré escrito ya antes, pero es que siempre tengo la misma sensación: en vacaciones los niños aprenden más.  Siempre veo más avances en ellos, pequeños hitos que van logrando. Supongo que puede ser por la dosis extra  y/ o novedosa  de estímulos, por pasar más tiempo con los padres volcados en ellos, o por todo al mismo tiempo.El verano debería ser más largo, sobre todo cuando eres niño porque es un periodo desbordante y genial.Estos días me dio por pensar en que realmente hay que aprovechar las vacaciones para viajar con los niños. No es necesario viajar con mayúsculas ni ir muy lejos. Simplemente salir de casa y del entorno habitual, porque todo son descubrimientos para ellos  ( y para nosotros a través de sus ojos).Para Chiquinina, a sus dos años, el verano está lleeeeeno de primeras veces.Chiquinini por su parte, con sus cinco años, no puede disfrutarlo  más, y va preguntando sobre lo que ve y oye, de modo que sin proponérselo  es un buen momento para explicarle y enseñarle cosas nuevas.  A veces pregunta sobre temas que son difíciles de aclarar a su edad. Quiénes son los Reyes Católicos? Cómo funciona un aerogenerador? Siempre intento contestarle de forma sencilla, aunque aún así sea un poco complejo para él, porque pienso que al menos de ese modo se va familiarizando con las cosas.La vuelta a la rutina no es fácil. Lo que más me cuesta siempre de terminar las vacaciones no es volver a trabajar, sino dejar de pasar todo el día con ellos.Pero bueno, una semana después de volver a las rutinas y quehaceres diarios  podemos decir que la vuelta ha ido muy bien. Especialmente para Chiquinina, que ha empezado el cole de mayores. Aunque el curso pasado estuvo ya en la guardería del colegio, al cambiar de profesora y compañeros y después de las vacaciones pegadita a nosotros, creí que le costaría. De hecho en verano estuvo en otra guardería y le costó  bastante adaptarse. Pero no ha sido así. Está contenta con su cole. Y yo feliz, claro, de ver que es así.Creo que es la más pequeña de la clase, en edad y en talla, y es que es de diciembre ( no tiene aún tres años) y en esta edad unos meses se notan muchísimo. La veía sumamente pequeña para empezar el cole, pero en el último mes ha avanzado mucho, ha espabilado, se le ha soltado mucho más la lengua de trapo y por fin ha controlado casi del  todo el pis ( la operación pañal ha sido laaaaarga).Así es que, lo dicho, a por el nuevo curso.