Revista Medio Ambiente

Las ventajas de una mudanza

Por Valedeoro @valedeoro

Mudanza en bicicleta

Aunque dicen que los tiempos cambian muy de prisa, la vivienda suele ser un aspecto bastante estable de la vida. Ya sea por la hipoteca o porque últimamente no ha habido muchos cambios en tu vida personal, es muy probable que no te hayas cambiado de casa en años. O que no pienses hacerlo en los próximos años. Una mudanza suele ser vista como un mal necesario para conseguir una mejora de la vivienda: mejor barrio, más espacio, un piso propio. Poca gente se da cuenta de las ventajas que supone el hecho de revisar todas tus pertenencias para hacerles pasar el test del “realmente me sirve?”.

¿Realmente quieres llevártelo todo a tu nuevo hogar?

Al preparar una mudanza tienes que ocuparte de todas tus pertenencias. No puedes ignorar aquel cuarto lleno de trastos o ese armario lleno de ropa vieja. Como tendrás que poner todas y cada una de las cosas en una caja, no hay más remedio que enfrentarse también a los rincones de tu casa que intentas ignorar con todas tus fuerzas en tu vida diaria. Y todos tenemos uno (o varios) rincones así. En mi caso es el último cajón del escritorio que por alguna razón oscura suele atraer a los trastos sin uso (y a menudo sin baterías). Sin revisarlo regularmente pronto se convertiría en un cementerio del pasado.

A diferencia de la estantería de libros, no me gusta revisar este cajón. Limpiar la estantería me da placer. Sé que los libros tendrán un buen uso posterior. Me encanta ver la estantería limpia y ordenada y cómo es un resultado que salta a la vista (literalmente), me siento satisfecha cada vez que miro la estantería. Con aquel cajón ya es otra historia. Revisarlo es una tarea aburrida. No sé de dónde ha salido aquel cable. No recuerdo si ya cambié la pila de esta maquina. Y cuando termino cierro el cajón nuevamente y no me doy ni cuenta de lo que he hecho.

Mientras en la vida diaria puedo optar por ignorar el rincón olvidado, en una mudanza no tengo más opción. O lo reviso antes de empaquetarlo todo o uso una caja a más por algo que después no sabré dónde meterlo.

Deberías mudarte dos veces al año

Para mantener tu casa y su contenido al día, deberías mudarte una o dos veces al año. Pero, ¿Cuándo fue tu última mudanza? ¿Cuándo fue la última vez que examinaste todas tus pertenencias críticamente para deshacerte de las cosas que ya no te gustan, reemplazar lo que ya no funciona y quizás aprovechar para dejar caer (en un descuido, por supuesto) aquel regalo horroroso de la vecina?

Así que te propongo que organices una mudanza este fin de semana. Puedes aprovechar el manual “Mudanza Minimalista” para encontrar estrategias de cómo decidir qué se queda y qué se va. Y aunque no tendrás que cargar con las cajas, imagínate que si tuvieras que llevarlo todo. De paso puedes reorganizar las cosas que tienes, hacer un inventario de tus pertenencias, limpiarlo todo a fondo para prepararte para el verano, y quizás hasta reorganizar los muebles. Una mudanza trae nuevos aires, nuevas ideas, y la promesa de un nuevo inicio.

¿Por qué no aprovechar estas energías regularmente?


Imagen: Claudio Olivares Medina / flickr


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