Revista Cine

‘laurence anyways’: sin prejuicios

Publicado el 21 junio 2013 por Cintasperdidas @cintasperdidas

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Grandes argumentos plantea Xavier Dolan en su tercer largometraje para estar atentos a su filmografía. Con el gran fallo de su duración (son unos largos 160 minutos), Laurence Anyways plantea un ejercicio de reflexión sobre los prejuicios derrochados por la sociedad. La fidelidad retratada en la Canadá de los años noventa deja perplejo al espectador, que presencia una revelación y una transformación que abre mentes y rechaza clichés.

Ganadora de la categoría Mejor película canadiense en el Festival de Toronto de 2012, Laurence Anyways presenta a dos personajes estudiados y magníficamente interpretados. Melvil Poupad y Suzanne Clement, muy expresivos, encarnan a Laurence y a Fred, una pareja que valora la vida de una manera diferente a la habitual. En busca de esos momentos especiales que marcan las distancias con los demás, este profesor de literatura y su novia viven la realidad con buena cara y esperanza. Hasta que todo cambia. Laurence, llevado por sus meditados e internos deseos, decide convertirse en mujer. En plena década de los noventa, cuando el mundo se abría en muchos ámbitos, esta pareja canadiense se enfrenta a toda una sociedad, prejuiciosa y cerrada.

LAURENCE-ANYWAYS

Visualmente agradable, la estética, el vestuario y el ambiente creado realzan la credibilidad y lealtad de la película, que salta constantemente de estado de ánimo. La decisión tomada por Laurence produce un evidente problema en la pareja, que ante la nueva situación intenta reinventarse sin saber cómo. En una prueba para sí misma, una desorientada Fred choca con la sociedad y con sus propios prejuicios, que la confunden. Ayudado por una oportuna y fuerte banda sonora, Laurence y su cambio encuentran muchas dificultades en su entorno. Su nuevo look produce desconcierto en su ambiente, que mayormente lo rechaza o lo aparta. Poca gente queda dispuesta a centrarse en el interior de Laurence.

Dolan, joven de tan sólo 24 años, recurre a su adolescencia para brillar con luz propia. Añadiendo ficción, escribe un guión trabajado y liberador. De narrativa amena, con constantes referencias literarias por la pasión de su protagonista, la trama se convierte en una mirada crítica a una época donde una pequeña parte de la sociedad abría nuevas puertas y posibilidades.

El liberalismo sexual daba sus primeros pasos, así como los casos de transexualidad, un delicado asunto que viste el argumento planteado por Dolan. Laurence Anyways es una canción protesta a los clichés. Mediante la transexualidad, que no es abordado como tema principal del filme, evoca un panorama dramático por naturaleza por la complejidad de la situación y del contexto, al que critica implícitamente. Recomendable.


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