El renting es un sistema de alquiler de coche con tarifa plana, por decirlo de algún modo. La persona acude al concesionario, escoge el vehículo que necesita y paga por él un dinero fijo cada mes. Ese precio incluye el alquiler, el seguro, las revisiones y cualquier otro gasto que pueda conllevar el coche. Podrá disfrutarlo durante años, pero nunca será de su propiedad, a no ser que se pacte la posibilidad de compra pasado un tiempo.
Este sistema nació como renting coches empresas precisamente porque son estas las que más beneficios obtienen de esta manera de alquilar vehículos. El empresario sabe exactamente cuánto va a pagar por el coche o coches (incluso furgonetas o camiones) que su empresa necesita y no habrá gastos inesperados. Si uno de esos coches deja de funcionar, tendrá otro a cambio y si las necesidades cambian, podrá devolverlo, cambiarlo o coger más coches aumentando los contratos.
Permite que la empresa no tenga sorpresas en las cuentas y que sepa exactamente cuánto tendrá que pagar cada mes por sus vehículos. Pero también permite que la flota siempre esté renovada y sea actual, ya que pasado el tiempo se puede cambiar el coche por un modelo más nuevo. Incluso es posible cambiar por otros vehículos más espaciosos o por otros más pequeños si es el caso.
Las necesidades de la empresa pueden variar a lo largo del tiempo y el renting es muy flexible en esto. Lo que comienza con un contrato por un coche concreto en unas condiciones determinadas puede modificarse si la empresa necesita, por ejemplo, aumentar el kilometraje incluido o tener un vehículo con diferentes características.
Actualmente, los concesionarios ofrecen también renting a particulares, adaptando este sistema a las necesidades de los mismos. Así, una persona puede tener un coche en un momento determinado sin tener que pagar una entrada, porque lo necesite puntualmente para un trabajo y al cabo de un par de años devolverlo sin penalizaciones.
En el caso de los particulares muchos apuestan por el renting inicialmente y luego deciden si comprar o no el coche. Así, saben exactamente qué compran y si el vehículo responde o no a sus expectativas. En caso de que no sea así, solo tienen que cambiarlo y probar otro hasta que tengan exactamente lo que quieren. Una buena manera de no fallar en una compra tan importante.