Le dejé a mi novio porque era pobre

Dejó a su pareja por la presión de las amigas, ya que no tenían la misma posición social. Ahora volvió a ver a su ex y quiere recuperarlo.Me gustaría contarte lo que me está pasando. Resulta que el hombre de mi vida está a punto de casarse con otra. Le voy a contar cómo pasó, la historia es un tanto larga, pero lo voy a resumir lo más que pueda.
Éramos vecinos en Fernando de la Mora y nos conocimos ya en la escuela y cuando estuvimos en el colegio empezamos nuestro noviazgo, él era un hombre muy apuesto, alto, blanco y con ojos claros. Nuestras familias eran humildes, pero mi papá era muy trabajador, está en la política y fue ascendiendo de a poco. En cambio su papá era un borracho y jugaba baraja todo el tiempo y le debía a todo el mundo, a pesar de que contaba con una fábrica muy exitosa en aquel tiempo.
Cuando yo tenía 17 años mi papá ganó un espacio importante en la función pública y empezó a ganar mucho dinero de repente; sin embargo, en ese tiempo su papá murió dejando muchas deudas, él se vio con demasiadas responsabilidades ya que era el hijo mayor de la familia y tenía que sacar adelante a su mamá y hermanas menores.
Como nuestra situación cambió, yo también cambié de amistades y de ambiente. Me vestía bien, frecuentaba lugares exclusivos y mis nuevos amigos se burlaban de mi novio. Me decían "qué vas a sacar de un pobretón como ese" y así fue que les hice caso y rompí mi relación. Pero exageré un poco cuando preguntó por qué estaba rompiendo con él. Le dije "porque sos un pobre mediocre y sin futuro".
Me dolió ver su cara de sufrimiento, pero aún así seguí adelante, pero te juro que todas las noches lloraba por él. Aún así me dejé llevar por mi orgullo y mis amigos.
Un año después cuando terminé el colegio mis padres se separaron porque mi papá descubrió a mi madre con otro en la cama. Fue todo un desastre y mi padre fue a vivir a Ciudad del Este, ya que es de ahí. Yo me fui con él junto con todos mis hermanos.

Ahí terminé mi carrera y entré a trabajar en un banco, y ya no supe nada de mi ex. Casi diez años después de mudarme al Este decidí hacer las paces con mi mamá y perdonarla, creo que fue una buena decisión ya que poco después me ofrecieron un buen cargo en una sucursal en Asunción y entonces volví por esta zona.
Me fui a visitar a mi mamá en Fernando de la Mora y al pasar frente a la casa de mi ex encontré una hermosa casa, toda una mansión, entonces creí que alguien les compró la propiedad y construyó eso. Pero grande fue mi sorpresa cuando me enteré que era la casa de mi ex, que había progresado mucho gracias a su trabajo, también que se iba a casar en febrero.
Nos volvimos a encontrar en un súper con él, te juro que casi mi corazón salió por mi boca, ahí me di cuenta que lo seguía amando desesperadamente. El único problema es que estaba con su prometida, una linda chica pero es del interior, vino como empleada y terminó como prometida del hijo de su patrona, una historia digna de una telenovela mexicana. También me di cuenta que él me sigue amando, que no le ama a ella, ya que no es de su clase.
¿Cómo hago para que me perdone? Te pido por favor que me ayudes.
DELFINA, DE FERNANDO DE LA MORA, 30 AÑOS
RESPUESTA: Muchas veces nos empeñamos en reconstruir el pasado y dejamos de ver el presente, tendrías que analizar posibilidades. Naturalmente aquellos sentimientos que nacieron entre los dos permanecen en la mente y en el corazón, pero tendrías que pensar si realmente existen cosas que pueden servir de base para armar de nuevo la relación.
Algunos te alentarán, otros no, pero ambos son libres de decidir si hay atracción y amor, con una convicción; no dejarte llevar por lo superficial porque cada uno tiene derecho a ser feliz y elegir esa opción. Comprendo también que existe en vos la necesidad de perdonarte por haber cortado un noviazgo, por el qué dirán los amigos.
Por lo pronto podés intentar entablar una conversación, ponerse al día talvez buscando el perdón, que debería ser el primer paso sin que eso signifique una reconciliación, teniendo en cuenta que esa persona está a puertas de asumir un compromiso.
Es hora de sentirte bien contigo misma, cerrar las heridas del pasado y mirar para adelante, decir lo que sentís si hay necesidad de expresarlo, pero hacelo desinteresadamente sin esperar el mismo retorno para no lastimarte o lastimar.