Revista Cultura y Ocio

Lecturas encadenadas. Mayo

Publicado el 05 junio 2015 por Molinos @molinos1282
Lecturas encadenadas. MayoTras la orgía lectora de los últimos meses, en el mes de mayo he hecho un trío: un ensayo, una novela breve y un comic. Esto ha sido todo. ¿Satisfactorio? Sí, pero raro
Despues del Reich. Crimen y castigo en la posguerra alemana de Giles McDonogh. ¿Qué ocurrió al terminar la II Guerra Mundial? ¿Qué pasó con los alemanes en sus ciudades arrasadas? ¿Qué hicieron los millones de refugiados? ¿Cómo gestionaron las potencias aliadas un continente devastado?
Desde nuestra simpleza de blanco y negro, buenos y malos y la seguridad de nuestro sofá en 2015 pensamos en los finales de las guerras como "borrón y cuenta nueva". Ganan los "buenos", pierden "los malos" y todo vuelve a la normalidad. No hay normalidad después de una guerra, la que sea. Es una situación nueva, diferente, espantosa en la que nada de lo que existía anteriormente tiene el más mínimo sentido y en el que la esperanza de una paz temprana ya no existe porque ese horror es la ansiada paz.
Después del Reich es un libro durísimo pero muy necesario para aprender, recordar o no olvidar que cuando una guerra termina no se vuelve a la situación anterior, las casas no están esperando a sus habitantes, los soldados no regresan y no se puede borrar de un plumazo las heridas, las muertes, los horrores, las masacres y las humillaciones. Sobre todo eso hay que construir el día a día y el futuro y no es nada fácil.
La II Guerra Mundial fue un conflicto espantoso del que nadie salió indemne. Ningún inocente dejó de pagar por el simple hecho de estar vivo en ese momento. Las barbaridades cometidas, permitidas y ocultadas por los aliados son espantosas. ¿Podemos justificar su crueldad porque ellos las sufrieron antes? Pensándolo en frío, puedo llegar a entender que te vengues de la persona que te ha hecho daño, ha matado a tu familia. Puedo llegar a entender que te vengues de su familia y su pueblo pero ¿qué mates, humilles, destroces, tortures a gente que vive a miles de kilómetros y que sólo comparten con tu agresor el hecho de haber nacido en el mismo país o hablar el mismo idioma? Sé que los alemanes hicieron cosas horribles y sin venganza de por medio pero, me pregunto, si los aliados habían comprobado esos horrores y se habían espantado ¿Cómo pudieron hacer lo mismo? Y, si pudieron hacerlo, ¿hasta que punto no fueron los alemanes los ganadores de la guerra al haber conseguido deshumanizar a tanta gente?
El nivel de horror del relato es indescriptible porque no tiene fin. No hay guerra, no hay paz que esperar para que mejore la situación. La miseria más absoluta, el horror más atroz, la desesperación más completa. No tener casa, ni comida, ni ropa, ni zapatos, no ser persona, no ser más que un saco de necesidades básicas que cubrir para simplemente sobrevivir. Año tras año, sin entender, sin comprender, viviendo en el miedo.
El libro es muy denso y no evita ningún horror. Al final ya no podía más y hubiera agradecido un poco más de espacio dedicado a los juicios de Nuremeberg, pero merece la pena leerlo para borrar esa idea de buenos y malos. Las atrocidades cometidas por americanos, ingleses, franceses, checoslovacos y sobre todo rusos son espantosas y conocerlas permite hacerse una idea mejor de lo que es una guerra, de la deshumanización que conlleva.
"La historia de los prisioneros de guerra alemanes es confusa, sobre todo porque Occidente, al actuar de forma inhumana, perdió la autoridad moral conseguida al emprender una cruzada ética contra los nazis, pero también porque la República Federal Alemana permitió que quedara envuelta en tinieblas". 


"En Le Figaró, un escritor reconocía que los alemanes habían cometido crímenes execrables, pero "esos horrores no deberían convertirse en una competición deportiva en la que nos esforzamos por superar a los nazis. Debemos juzgar al enemigo, pero tenemos el deber de no parecernos a él"". 

Intemperie de Jesús Carrasco. Un regalo de un descerebrado que tuve que ir a buscar a la librería Alberti. "Hola, venía a buscar un paquete que tenéis para mi".
Intemperie de Jesús Carrasco es "La carretera" de Cormac McCarthy en la España profunda de calor, miseria y la sequía que todo lo quema. Un viejo y un niño, sin nada que perder, se encuentran y huyen del miedo representado por un alguacil que les persigue y que representa el mal absoluto, ese mal que en el libro de McCarthy no sabíamos muy bien qué era. Un mal sucio, corrupto y miserable.
El protagonista del libro no es el niño, ni el cabrero, es el espacio interminable abrasado por un sol que todo lo quema, que impide que nada crezca, que no acoge ni permite esconderse. La misma historia en un bosque sería un thriller y no un descenso a los infierno, una tragedia en toda la extensión de la palabra.
Para mi que me siento desamparada, agotada y paralizada bajo el sol, lo más angustioso ha sido imaginarme ese paisaje. Aridez, calor, pena infinita, amargura, desesperanza, polvo, ganas de rendirse.
Es una gran novela pero hay que estar preparado a tragar polvo y sufrir.
Terminé el mes con Akira, Volume 1 Lo cogí prestado de casa de Juan "Es una obra maestra, tienes que leerlo". Bueno, pues lo he leído. Todavía no sé si me gusta. No sé si soy demasiado mayor, si he visto demasiadas películas de monstruos, si me recuerda a Los Goonies o si es que tengo que esperar a leer los 5 tomos restantes. No es que no me haya gustado es que ni fu ni fa, me entretiene más Asterix, la verdad... pero veremos como evoluciona. 
Ya lo dije al principio, ha sido un trio un poco raro pero ¿no lo son todos?
Con esto y un bizcocho hasta los encadenados de junio.

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