Revista Cultura y Ocio

Leonor de Trastámara, Reina de Navarra

Por Manu Perez @revistadehisto
Tiempo de lectura: 6 minutos

Leonor era hija de Enrique II de Trastámara (hijo bastardo de Alfonso XI el Justiciero) y de Juana Manuel, hija de una poderosa familia de la alta nobleza. Leonor fue uno de los tres hijos legítimos de Enrique II.

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El mayor, Juan, heredó el trono de Castilla con el nombre de Juan I. Su padre tuvo trece hijos bastardos con siete u ocho mujeres diferentes mientras estuvo casado con Juana Manuel.

Leonor de Trastámara, Reina de Navarra

No se sabe exactamente dónde nació Leonor ya que en aquella época de guerra civil castellana entre Pedro I el Cruel y sus hermanastros encabezados por Enrique (más tarde Enrique II el de las Mercedes) la familia se movía entre Aragón y Francia en el año de su nacimiento, 1362.

Hay constancia de que en 1369, cuando su padre subió al trono de Castilla tras acabar con la vida de su hermanastro, Pedro I, ella estaba en el Languedoc, territorio del Rosellón perteneciente a la Corona de Aragón. En 1373 se prometió con el heredero de Navarra, Carlos, hijo de Carlos II el Malo. Se celebró la boda el 27 de mayo de 1375, cuando contaba 13 años de edad. Durante doce años el matrimonio vive en Castilla, hasta 1387, en que se traslada a Navarra por la muerte de su suegro, Carlos II el Malo, para tomar posesión del reino. En Castilla reinaba su hermano Juan I porque su padre, Enrique II de Trastámara, había fallecido en 1379.

En 1378 su marido, Carlos (más tarde Carlos III el Noble), tuvo que ir a Francia por mandato de su padre para tratar asuntos con el rey de Francia, pero por la mala relación que tenía su padre con el monarca francés, Carlos fue detenido y preso durante tres años, durante los cuales Leonor trató de rescatarle con la mediación de su hermano Juan I de Castilla, que era amigo de Carlos V de Valois. Al morir el monarca francés es proclamado su hijo Carlos VI, primo de Carlos III el Noble, por lo que Carlos pudo quedar en libertad y volver a Navarra. Después de hacer el peregrinaje a Santiago va a Valladolid para reunirse con Leonor tras tres años de separación. El matrimonio de Leonor transcurrió bien hasta 1387.

En 1388, a poco de residir en la corte de Navarra, cae enferma por el tratamiento que le dio un médico judío, que ella creía que le proporcionaba un veneno. Navarra en aquella época era bastante pobre, un pueblo relativamente bárbaro a ojos de Leonor, que estaba acostumbrada al estilo más lujoso de Castilla. Al llegar al castillo-palacio de Olite con su esposo el recibimiento no fue correcto porque no fueron aclamados ni festejados como correspondía a la llegada de los nuevos reyes y se sintió despreciada. Tuvo que vivir miserablemente por falta de recursos y se vio obligada a vender sus joyas y pertenencias para poder pagar a su séquito. Finalmente, decidió marcharse de Navarra y separarse de su marido. La forma de vida, costumbre y clima no le gustaban a Leonor. Pero lo que más le dolió fue la existencia de María Miguel de Esparza y su hijo Lancelot conviviendo en la corte con su marido. El hijo bastardo tenía un año de edad y era bien cuidado y querido por su padre como si fuese su heredero. Para Leonor fue un duro golpe enterarse de que su querido marido estaba con otra mujer.

En el transcurso de esos años de matrimonio ya habían nacido dos hijos bastardos: Juana y Lancelot. Estos estaban muy bien tratados en la corte y su amante María Miguel, de 18 años, residía allí como si fuera la propia esposa de Carlos III. Nacerán otros tres hijos más durante la ausencia de Leonor de la corte de Navarra. Leonor sale de Navarra en 1388 también por motivos de salud y no volverá hasta 1395. Aunque Leonor estaba acostumbrada a ese ambiente de relaciones extramatrimoniales por su padre, Enrique II de Castilla, que tuvo hasta trece hijos bastardos de varias mujeres que convivieron con su legítima esposa, y se habría entendido que no le perturbara demasiado, la vivencia directa de esa situación fue muy dura para ella y no la soportó. Se fue a Castilla y no quiso saber nada de su marido durante esos siete años, a pesar de los ruegos y peticiones de Carlos III el Noble para que volviese a Navarra. Como para los reyes de entonces tener hijos bastardos era algo normal y aceptado, la causa oficial de su marcha tenía que ser su enfermedad y no la existencia de María Miguel de Esparza y de sus hijos bastardos.

En líneas generales, la figura de Leonor de Trastámara que ha pasado a la historia se describe como la de una mujer antipática, histérica y poco querida en Navarra y en Castilla. O simplemente no se habla de ella por haber abandonado su puesto de reina en Navarra durante siete años. Sin embargo, la historiadora Mercedes Gaibrois, que investigó detenidamente sobre Leonor de Trastámara, tiene opiniones favorables.

Según esta autora, Leonor era una mujer sentimental, apasionada, fastuosa, inteligente, celosa, suspicaz, dirigente, caritativa, amante de las artes, buena madre y buena esposa. Es decir, fue una reina ejemplar y por tanto no se sabe por qué se habla de una mujer antipática, complicada y difícil de tratar y cuáles fueron los motivos para no alcanzar la simpatía de los súbditos de los reinos de Navarra y Castilla.

Durante su residencia en Castilla intervino en la política interna del reino al lado de su hermano Juan I y durante la minoridad de su sobrino Enrique III el Doliente. Tanto Juan I como Enrique III intentaron convencer a Leonor para que volviera a Navarra al lado de su esposo Carlos III, que envió periódicamente embajadores a la corte de Castilla para solicitar su regreso. Ya en el reinado de Enrique III decide volver a Navarra. Incluso es empujada a salir de Castilla por una cuestión de gastos de mantenimiento de la reina. La mala situación económica de Castilla no podía soportar el dispendio que generaba.

Pero antes Leonor hace que intervengan el rey de Castilla y hasta el papa para obtener la garantía y la seguridad de que el trato del monarca iba a ser del todo correcto, tal y como se merecía la reina de Navarra. Tras la firma de diversos documentos notariales en ambos reinos, mediando el ir y venir de los mensajeros, por fin se traslada a Navarra.

El encuentro con su marido Carlos III después de siete años de separación fue algo frío al principio, pero enseguida se recupera el cariño y se establece una buena relación matrimonial. En los siete años que transcurren tras la vuelta al lado de Carlos III nacen cinco hijos más. La última fue Margarita, que nació en 1402, cuando Leonor ya tenía 40 años.

A pesar de los siete años de separación, dio a luz a nueve hijos, cuatro antes de la separación y cinco después. Desde la vuelta a Navarra en 1395 hasta su muerte en 1415 tuvo que quedarse unas temporadas sola en la gobernación del reino a causa de los viajes de Carlos III a Francia: unos dieciséis meses entre 1397 y 1398; tres años, de 1403 a 1406, y otros tres años, de 1408 a 1411.

Fue buena gobernadora en ausencia del rey y fue querida por el pueblo navarro en la última etapa de su vida. El 27 de febrero de 1415 fallece en Olite a los 53 años de edad y fue enterrada en la catedral de Santa María la Real de Pamplona.

Autor: Yutaka Suzuki para revistadehistoria.es

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Bibliografía:

Yutaka Suzuki  Personajes del siglo xv, Origenes del Imperio español. ISBN: 9788460690399

Parte Foto Portada: De Leonor_de_trastamara.jpg: Yiorsitoderivative work: Morancio (talk) – Leonor_de_trastamara.jpg, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=11417918

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