Revista Infancia

¿Les estás enseñando a ‘pensar’ desde pequeños?

Por Babytribu @babytribu

Cuando entré a la facultad, el primer día nos dijo un profesor: aquí y desde hoy van a ‘aprender a pensar’ y me saltó la interrogante: llevo estudiando desde los 4 años… es que a caso ¿aún no sé pensar?

En otra oportunidad hemos hablado de Lo que piensan los bebés recién nacidos, hoy quiero hablaros del ‘pensar’ en niños pequeños desde el punto de vista de considerar un asunto con atención y detenimiento, ya sea para formarse una opinión sobre ello o tomar una decisión.

¿Cuándo estamos preparados para aprender a pensar de verdad?

En casa con mis dos niñas (20 meses y 4 años) he visto que en la mayor se ha empezado a crear el momento para EMPEZAR a ‘pensar’ de verdad, con razonamiento y en búsqueda (consciente o inconsciente) del conocimiento. Este tema se podría plantear desde más pequeños, inclusive con 2 años podríamos aprovechar el proceso de descubrimiento y exploración, pero es a partir de los 3-4 años cuando hay un grado de madurez neuro-psico-motora que le permite al niño: pensar, sentir y hacer a conciencia y lo que es más importante disfrutar de ello, aquí y ahora.

Por ello aprovecho para recomendaros 5 escenarios que he venido aplicando con mis hijas, para poco a poco abriles camino para que ‘aprendan a pensar’ y ‘aprendan a resolver’ casi sin darse cuenta:

Horas de juego

Jugando se desarrolla el proceso de inventiva, incluso más aún en momentos de aburrimiento, el cerebro se alimenta con la concentración en una actividad. Así el juego es el escenario perfecto para practicar la capacidad de seleccionar, planificar, agregar acciones distintas a formas y cosas.

Tentaciones

Nosotros como padres podemos dejar rastros que promuevan los intereses de nuestros hijos. Me pasa a veces en casa cuando organizo los juguetes que veo algunos que han dejado de usar y los dejo ‘visibles’ por el camino, así como dejar a su alcance recursos con los que puedan jugar cuando quieran. También frases que inviten a formar parte de una situación: ‘Tu hermana está aprendiendo a ponerse los zapatos, tu sabes mucho de eso por si la quisieras enseñar’…

Ilustrar procesos

El otro día hicimos un viaje muy largo, que pasaba por varias ciudades y aunque yo lo había hablado con mi hija Mar, yo sabía que era mejor ilustrarlo, así que pillé un mapa, le indiqué el avión sale de aquí y llega hasta esta otra ciudad (llegó la ronda de preguntas de esa ciudad) y allí estaremos 3 días, me preguntó qué días y busqué el calendario y le dije los días en número y en día de la semana, luego le mostré fotos… y así fuimos ilustrando nuestro viaje con mapa, calendario, fotos.

Plantear interrogantes

Cómo crees que podríamos hacer esto? a vece me hago la que yo no sé o que me cuesta, ella trata de buscar respuestas, soluciones, con sus limitaciones claro, pero cada vez las respuestas y soluciones me dejan más loca… y a veces le digo que no entiendo algo y ella se esfuerza en hacérmelo comprender. Allí está aprendiendo a ayudarme a pensar a mi, fijaros que complicado! Pero así es.

Pensar a través del cuerpo

Lo que se aprende con el cuerpo muchas veces dura para toda la vida, usar las manos para hacer, para contar, para armar, para plantar, incluso hasta para romper. Se puede llegar a un proceso de sicronización entre la mente y el cuerpo para plantearse el ‘pensar’ y resolver una situación.

Creo que tanto los padres como en el aula desde muy pequeñitos debemos sembrar el camino de la búsqueda de conocimiento, que no es tan divertido memorizar los números del 1 al 10 como saltar 1 a 10 veces contando los saltos. Dejar de darles todo hecho y que se lo curren un poco… a veces sobre todo los padres, tendemos a querer participar demasiado y estamos invadiendo su espacio de aprender a resolver (pensando claro) y sobre todo observarles mucho mucho, para conocerles y poder guiarles desde la menor intervención, el respeto y el disfrute de aprender.

Os dejo el vídeo de Melina Furma:  preguntas para pensar –


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