Función de gala en Leyendo el Juego. Esta vez, en vez de recomendar un libro como es costumbre de la sección, serán dos los títulos que se comentarán para intentar acercarlos a los lectores. En realidad será solo un título, pero dos libros. Este aparente juego de palabras tiene una explicación más que interesante y que sigue a continuación.
En el año 2003 vio la luz la primera criatura de Ediciones Al Arco, actualmente una de las más renombradas en lo que a publicar libros relacionados con el deporte se refiere, con más de 50 obras en su haber. Aquella ópera prima se llamó De Puntín, y se trató de una recopilación de cuentos de distintos autores, como Ariel Scher, Gustavo Grabia y Cristian Garófalo, entre otros. Cada uno de los 11 relatos vale la pena.
Cinco años más tarde, como tarde de una colección que versaba sobre diversos temas y que apuntaba a mostrar el trabajo de una nueva generación de escritores, la prestigiosa Editorial Sudamericana también publicó una antología de historias breves que giraban en torno al fútbol. Quiso el destino, el azar, o el hecho de que hay más libros que títulos disponibles, que también fuera De Puntín el nombre elegido.
La historia, por suerte, tuvo un final feliz. Luego de acordar por vía judicial, Sudamericana emitió un comunicado pidiendo disculpas, reconociendo el dominio exclusivo del nombre a la gente de Al Arco, y acordando financiarles lo que a la postre fue la tercera edición de su antología .
En definitiva, y más allá de la anécdota, resulta valorable el hecho de que cada vez haya más y más historias para relatar. Se destaca el valor literario de ambas obras, tan distintas como parecidas entre sí. Porque así como todos los cuentos merecen ser leídos independientemente del libro en el que estén incluidos y su título, todos los goles valen 1, sean con cara interna, tres dedos… o de puntín.
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