Libertad

Sé que en los últimos dos días Mafalda ha recibido muchos pésames por la muerte del dibujante Quino. Me sumo a ellos, por supuesto, pero yo quiero hoy darle un abrazo a Libertad, que sé que ahora estará también triste. Ha tenido que morir Quino, su creador, para enterarme que este personaje con el que tanto me identifiqué de adolescente fue el último que se incorporó a la pandilla, tres años antes de que se dejase de publicar esta tira cómica. En el físico no nos parecemos nada Libertad y yo, ella es rubia y yo morena (ahora canosa) y viste de negro, que a mí es un color que no me gusta porque me deprime. Pero en carácter somos muy parecidas porque yo, con el paso de los años, me he ido convirtiendo en ella, en esa niña viejuna que siempre está dando discursos libertarios, añejos, de esos que ya nadie escucha porque son anticuados y a nadie le interesan. Pero yo, como libertad, me sigo empeñando en defender la revolución social y económica hacia un mundo más igualitario. Porque no veo que desde que apareció ella, un 15 de febrero de 1970, las cosas hayan cambiado. Así que Libertad, tendremos que seguir ahí, luchando contra los modelos de familia conservadores de Susanita, el comercio despiadado de Manolito o intentando convencer a Felipe de jugar a la revolución social en vez de a indios y vaqueros. Guille es muy chico y le gusta la sopa y la pobre Mafalda ya tiene bastante con soportarlo, así que con ella no nos vamos a meter por el momento que, además, es la que más nos comprende. Luchemos, Libertad, aunque estemos un poco más solas ahora sin Quino.

Mafalda y Libertad en la portada del libro número 9