Libertad, igualdad, gratuidad

Hace ya unos ańos que en Francia se inició un debate que, por aquel entonces, para muchos ciudadanos era cuanto menos utópico. El transporte público gratuito, sin embargo, se ha mantenido en varios pueblos de tamańo medio e incluso se ha ido ampliando. En aquellos lugares donde se implantó, la gratuidad del transporte ha conseguido que aumenten los usuarios, especialmente los más jóvenes, que disminuyan los atascos y con ellos la contaminación y, además, se ha conseguido que el usuario haga el medio como suyo y lo respete aún más si cabe que cuando se veía obligado a pagar por el servicio. La opinión de que la gratuidad propiciaría un servicio de baja calidad que acabaría por degradarlo se ha visto completamente desmentida por la realidad, el sistema de financiación basado en un impuesto a las empresas funciona bastante mejor que el que se sustentaba con la recaudación. Ciudades como Tallín, la capital de Estonia, adoptaron esta gratuidad con gran éxito entre los ciudadanos. Un ejemplo que bien podían seguir aquellas ciudades acuciadas por la contaminación y el estrés que supone el uso del automóvil como medio de transporte cotidiano o los altos precios de los servicios públicos.

22.03.2013, ladyverd.com
La gratuidad ha resultado ser un aliciente para los conductores, quienes se sienten mucho mejor en su trabajo y para los usuarios quienes “olvidan” las obligaciones requeridas en un transporte de pago. El transporte gratuito es una herramienta a disposición de todos los ciudadanos que ejerce de agente de igualdad entre los mismos. En tres ańos de gratuidad, el transporte público en Aubagne ( pequeńa región cercana a Marsella con más de 100.000 habitantes) aumentó un 178%.
En la región francesa de la Aubagne, desde 2009 funciona el transporte público gratuito. En los autobuses se puede leer en grandes letras el lema “Libertad, igualdad, gratuidad”
La gratuidad ha resultado ser un aliciente para los conductores, quienes aumentaron su bienestar y para los usuarios,  quienes “olvidan” las obligaciones requeridas en un transporte de pago y viajan relajados siempre que necesiten desplazarse. El transporte gratuito es una herramienta a disposición de todos los ciudadanos que ejerce de agente de igualdad entre los mismos. En tres ańos de gratuidad, el transporte público en Aubagne ( pequeńa región cercana a Marsella con más de 100.000 habitantes) aumentó un 178%. Esta gratuidad se financia mediante el “Impuesto transporte”, equivalente al 1,08% de la masa salarial de Aubagne, que pagan las numerosas empresas de la región y cuya recaudación alcanza los 2,2 millones de euros, 0,6 millones más que los costes debidos a la gratuidad, estimada en 1,6 millones.
La gratuidad también ha supuesto algunas ventajas más en una zona especialmente conflictiva: la delincuencia ha disminuido de forma muy significativa, así como las huelgas de unos conductores que han visto mejoradas sus condiciones de trabajo y liberados de tareas desagradables como enfrentarse a quienes no pagan su billete y atender y dar el cambio a quienes pagaban su billete en el propio autobús.

El transporte público gratuito se implantó por primera vez en la pequeńa ciudad alpina de Gap (50.000 habitantes), en la que durante este periodo la distancia recorrida por los usuarios del autobús gratuito aumentó  un 40%. Al haber desparecido la venta de billetes, se hace imposible calcular el número de usuarios. Desde el inicio de la gratuidad, en Gap se amplió la cobertura del servicio y ahora llega a muchos más ciudadanos, especialmente a aquellos empleados que vivían alejados del centro urbano.
Al igual que en Aubagne, los autobuses gratuitos de Gap se financian con las aportaciones de las empresas y, según los responsables políticos, han salido ganando. De hecho, se renovó la flota con autobuses nuevos, mientras que en la época en la que se cobraba por viajar, la renovación siempre se hacía con autobuses usados. Otro servicio que pretende ofrecer el ayuntamiento de la ciudad alpina es el TaxiBús, que se reservará con 24h de antelación y que está pensado pora zonas periféricas. La reserva de este servicio personalizado costará el simbólico precio de un euro.

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