Revista Ciencia

Libro: El legado de Prometeo

Por Angelrls @El_Lobo_Rayado

Hace ya la friolera de diez años, mientras estaba en los comienzos de mi tesis doctoral en el Instituto de Astrofísica de Canarias, un nuevo estudiante de doctorado con el que compartía despacho me contaba que, además de la Astrofísica, su pasión era escribir ciencia ficción. Por entonces tenía un interesante proyecto en mente, con agujeros negros de por medio, pero que quería explotar un poco más con un contexto histórico, social y político adecuado. Así, a ratos libres mientras se peleaba con sus nebulosas planetarias y nebulosas simbióticas, fue componiendo poco a poco la estructura de la novela de ciencia ficción que terminó titulándose El Legado de Prometeo, y que finalmente se publicó en mayo de 2012.
A estas alturas el lector asiduo de este blog y de blogs de astrofísica afines habrá adivinado que el nombre de este joven astrofísico es Miguel Santander, del que ya he dicho en más de una ocasión que, para mí, su mejor propiedad no es que sea un excelente astrónomo o escriba ciencia ficción de la buena, sino que, a pesar de la distancia, es uno de mis mejores amigos. Por eso no puede ser que, hasta ahora, yo no haya hablado por aquí de El Legado de Prometeo y darle toda la publicidad que justamente se merece. Entre otras cosas porque tuve el enorme privilegio de ir leyendo las primeras versiones de cada capítulo conforme Miguel las iba concluyendo: éramos varios los compañeros del IAC a los que nos pidió que leyésemos lo que iba escribiendo para buscarle faltas científicas y, por supuesto, le dieramos nuestra crítica constructica sobre el argumento que iba montando. ¡Incluso nos dedicó algunos de los personajes secundarios de la novela!
No obstante, aunque entonces leí un par de versiones de la novela, resultó un momento realmente especial cuando, en mayo pasado, y también en Tenerife donde pudimos coincidir sólo por unas horas, me dio una copia de la novela final, dedicada, y releí toda la aventura de Daniel, Marco, Elia, Lune, Ioanna, Julianne y el resto de la tripulación de la Éxodo. El resultado final era impecable y, aún recordando lo que había leído por última vez 6 años antes, no me dejó indiferente. La novela atrapa, engancha, te mantiene expectante en busca de saber qué es lo que pasa y por qué pasan las cosas. Antes de salir de Tenerife, seis días después, con un congreso por medio, me la había bebido completamente.
Libro: El Legado de Prometeo
Portada de la segunda edición de la novela de ciencia ficción El Legado de Prometeo, del astrofísico Miguel Santander. Crédito de la imagen: Pablo Bonet, Enrique Alemán y Miguel Santander.
Por eso, hoy, 21 de octubre de 2012, he dedicado el artículo semanal de Astronomía en el Suplemento El Zoco de Diario Córdoba a la Ciencia Ficción y, en particular, a recomendar la primera gran novela de Miguel. Aunque dentro de unos días dejaré por aquí el artículo completo, permitidme que incluya un extracto del mismo:
Una de las obras de ciencia ficción en español destacadas de 2012 es El Legado de Prometeo, del astrofísico vallisoletano Miguel Santander, y publicada en Iniciativa Mercurio. Miguel Santander terminó su tesis doctoral en astrofísica en el Instituto de Astrofísica de Canarias en 2007 y en la actualidad continúa su investigación de las últimas fases de las vidas de las estrellas en el Observatorio Astronómico Nacional (Madrid). El Legado de Prometeo no es su primera obra de ciencia ficción (con su novela corta La epopeya de los amantes ha ganado el prestigioso premio UPC 2012 otorgado por la Universidad Politécnica de Cataluña), pero quizá sí su proyecto más ambicioso hasta la fecha. Pese a publicarse en mayo, El Legado de Prometeo (disponible tanto en papel como en formato electrónico) ya ha tenido una segunda edición, ha obtenido una excelente acogida (ver aquí y, aquí) entre científicos, literatos y divulgadores españoles.
De forma magistral, Miguel Santander recrea un futuro no muy lejano en el que los recursos naturales de nuestro planeta se han agotado, los dramáticos efectos del cambio climático han devastado la superficie terrestre y tanto gobiernos como potentes organizaciones luchan por el poder. No obstante, la trama gira en torno a la figura del astrofísico Daniel Merino, descubridor de un agujero negro cercano al Sol (“Némesis”) y uno de los iniciadores del “Proyecto Prometeo”, que busca extraer energía de Némesis para ayudar a una agonizante Tierra. Esta novela estaría enmarcada dentro de la ciencia ficción dura por todos los detalles técnicos y científicos que introduce. No sólo destaca el profundo conocimiento de astrofísica y de astronáutica del autor, quien describe correctamente cómo una nave gigantesca (“Éxodo”) podría embarcarse hacia el espacio profundo, sino que la propia idea central del viaje a Némesis se basa en usar el Proceso Penrose para conseguir energía de un agujero negro en rotación. Para ello, basta lanzar muy cerca una cápsula que expulse cierta cantidad de masa (basura, idealmente) hacia el agujero negro. Dadas las especiales condiciones en las inmediaciones de un agujero negro, la teoría predice que la cápsula regresaría con una cantidad de energía mayor incluso que la dada por la energía en reposo contenida en la basura expulsada. El matemático Roger Penrose propuso esta idea a finales de la década de los 60 del siglo pasado y sigue siendo teóricamente posible, siempre y cuando tuviésemos una tecnología lo suficientemente avanzada y un agujero negro “a mano”.
El Legado de Prometeo también analiza profundamente aspectos sociales, religiosos, políticos y económicos de ese futuro no muy lejano. Con un lenguaje sencillo y un ritmo trepidante, aúna viajes espaciales, tecnología avanzada, inteligencia artificial que puede recrear mundos virtuales (genial un capítulo en el que aparece el asedio romano a Numancia), el uso de nuevos fármacos y la búsqueda de energías alternativas con fanatismos religiosos y ecológicos, ansia de dominio sobre el resto de la humanidad por parte de grandes entidades, conspiraciones e incluso explora el posible marco político-económico-social a principios del siglo XXII. Todo esto bajo el viaje de 45 años de la Éxodo, donde sus 500 tripulantes participan en un “Gran Hermano” que combina compañerismo, amor, odio, erotismo, aventuras y mucho suspense que sólo desvela la verdad en las últimas páginas. Si el lector nunca ha leído ciencia ficción, El Legado de Prometeo es una excelente obra para iniciarse en este género literario.
Desde este modesto blog de astrofísica escrito por un astrofísico que saca ratos libres de su investigación para divulgar su pasión por el Universo, mi más sincera enhorabuena a Miguel por tan estupenda novela y mucho éxitos tanto en este proyecto como en los futuros.


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