Ha pasado ya medio año desde mi último “Libros que no leeré”, y no me hubiera acordado si no fuera por la reseña de LyE de Un beso en París.
Avisada está la socia, ahora es cuando viene y nos planta un excelente en su reseña. Yo aún y con esas no voy a caer en la tentación, no me transmite nada este título (a parte de cursilerías varias).
¿Lo habéis leído? ¿Os ha encantado? Venid a contarme qué tal porque ahora este libro ha salido de mi lista de libros que quiero leer.
Como también lo han hecho los de Francesco Gungui desde que leí la tercera parte de esa saga.
Me ofrecieron el libro y no dije que no, no había probado aún a este autor y la verdad es que se había llevado buenas críticas fuera de estos lares. Dejé a un lado mi aversión a las margaritas y las portadas con margaritas y me dije “¿por qué no?”, pues tendría que haberme contestado mi yo futura y haberme dicho “pues porque no”. Simplemente no. No sé si es que en esa tercera parte la cosa decae, ni lo sabré, pero FG ha dejado de existir en mi lista de autores a seguir. Una historia tan simple como sus portadas y que da la sensación de que su única razón de ser es abultar: Simplemente escaparme contigo es la culpable de que no quiera saber nada más de estos libros (porque estoy segura que habrá más… la parte pitonissa que hay en mí lo ve…).
Así pues, queda relegada de mi lista de futuras lecturas la posible continuación de la historia de este… vampiro.
Y hablando de “Greyes” y tras ver el revuelo que causa esta saga entre las marujas del trabajo, yo es que no puedo hacer más que intentar que no se me revuelva el estómago ante los comentarios halagadores que echan por la boca hacia esta saga (¿que ha mejorado su vida sexual, que tal Pascual…? ¿¿whatda??… oír para creer). Leí el primero y fue un “hasta aquí hemos llegado”, los motivos ya los conocéis y no volveré a repetirme, simplemente diré que no; regalé el libro por no echar al fuego los 17 euracos que vale, y formateé mi memoria a corto plazo para olvidar todo lo relacionado con los libros de E.L James.
Por no hablar de Lauren Kate, que con su saga Oscuros parece que lleve un pique con Alyson Nöel, a ver quién publica más novelas sin sentido… Llegó a mis manos un libro extra que la autora había escrito para entretener a los lectores mientras terminaba el siguiente tomo. No me llamaba nada la atención el primero de Oscuros, pero con este “extra” decidí arriesgarme a ver qué tal la autora. Sigue ahí en mi estante con el punto a tres-cuatro capítulos del principio, y creo que no va a caer ni una “no-reseña” de esas que tanto me gustan, es que poco tengo que decir sobre el libro, imagino que lo mismo ocurrirá con la saga principal, que ahora ganas de catarla, ninguna.
Lo mismo para estas sagas tipo así, con quinientos mil tomos y una historia eterna que es llevada de la mano por quién sé yo, alguien que no tiene nada mejor que hacer.
Y para ir terminando, y porque es uno de los que me viene ahora a la cabeza al haber leído la segunda parte hace poco… creo que acabo de decidir que no leeré la tercera parte de la saga de Anissa B. Damom.
La primera salió hace ¿cuánto? casi tres años… y Revelación vio la luz sobre primavera, si no recuerdo mal. Maisha y yo, con el buen recuerdo que teníamos de la primera parte (llamadle inexperiencia, si queréis) fuimos a por él de cabeza. ¿Qué pasó? Pues esto, si os acordáis. Y tras la tremenda decepción del momento, que veo que hasta hoy dura, creo que voy a dejar la saga a medias, sin compasión ni remordimientos.
Así pues, tengo varios más en mi lista negra de libros que no leeré, pero hasta aquí lo dejamos, pues estos son los que más sentimiento de rechazo provocan en mí. Tened por seguro que por mi parte no veréis la reseña de ninguno de ellos en el blog. ¿Quizá me equivoque? ¿Me estoy perdiendo alguna joyita y yo aquí cabezona como la que más?
¿Qué libros son aquellos que “nunca vais a leer”?
Nia