Ligar es un lío, capítulo 1

               Hoy voy a hablar de ligar, una de las artes más oscuras (A más oscuridad, mayor éxito). Aunque a primera vista  servidor pueda resultarles un Don Juan (Dadas mis proporciones áureas y prodigiosos músculos), confieso que paso más hambre que los pavos de Manolo. Si ligar fuera una asignatura, la hubiese aprobado en sexta convocatoria y por puro peloteo. Soy como esos aficionados al fútbol que pasan el día comentando jugadas y criticando al entrenador, pero jugar, lo que se dice jugar...¡poquito y mal! Ahora pensaréis "¿Cómo vas a hablar si no tienes ni remota idea?", a lo que yo alegaré "¿Desde cuando hace falta saber para hablar en este país?" Citando ejemplos, tenemos al "ilustre señor" José Blanco (Más conocido como Pepín o Milhouse Van Houten), quién nunca terminó la carrera de derecho y llegó a diputado, senador, ministro de fomento y hasta vicesecretario general del partido socialista...¡Ah! Se me olvidaba, también a ladrón (y no de corazones).

¿Qué es ligar?               Aunque parezca una pregunta absurda, tiene telita. Cuando un amigo suelta aquello de "Ayer ligué", cuesta hacerse una idea de qué ocurrió exactamente. La definición varía en función del nivel de abstinencia sexual del sujeto a estudiar. Para alguien que lo consigue con frecuencia, ligar es terminar en la cama haciendo cochinerías. Luego están los que consideran que besarse es suficiente, lo cuál no está nada mal (siempre y cuando no termine en bofetada). Después pasamos por los que llaman ligar a mantener una agradable conversación con una chica, sintiendo que existe una especie de conexión (Ella se atusa el pelo, sonríe...). Hay hombres que ligan cada vez que les miran más de 5 segundos, cada vez que les dicen "hola" o cada vez que les rozan al pasar. Por último citaré a los que dan saltos de alegría cuando una chica se despide escribiendo "Ciao wapo" en Tuenti, Facebook, whatsapp o demás redes a-sociales. En fin, para volverse loco. Ahora entiendo por qué también lo llaman "liarse con alguien", entenderlo es un lío cojonudo. 
¿Cómo?             Buf, esta pregunta sí que me ha matado (Y eso que la he escrito yo). He de confesar que cada vez que siento estar cerca de la infalible técnica, termino descubriendo que cada día soy más tonto. Si tuviera que daros un consejo, sería "haceros guapos". Eso no puede fallar, no me deis las gracias. Os parecerá raro, pero he llegado a la conclusión de que las chicas llaman guapo a cualquiera que cumpla ciertos requisitos: formar parte de un grupo, salir en la tele, decir lo que quieren oír, tener abdominales, ganarse la vida como futbolista, correr rumores de estar bien dotado, haberse cepillado a alguna guapa ("Algo tendrá si esa se fijó en él"), comportarse como un chulo-playa (tomen ejemplo de Mario Casas), engominarse y hablar lo justo ("qué chico tan interesante"), entre otros aspectos. Lo cierto es que quienes no hablan, normalmente, es porque tienen poco que decir...pero así están las cosas. Lo dicho: cuántos más requisitos cumpláis, más atrayentes ¡Poneros a inventar!  Desde mi experiencia, los hombres más ligones son los mentirosos, sosos y simplones. Esos que cuando van a la disco, en vez de bailar y dar conversación, se limitan a aguantar el cubata y sacar pecho.
                  Seguiré informando en el próximo capítulo de "Ligar es un lío". Termino con un vídeo bastante ilustrativo. De entre todo lo que dicen, me quedo con la chica que exclama "Si está bueno que me diga lo que quiera" . Menuda poetisa.