Light baby shoe y un arrullo precioso

Era verano cuando Mamá sin complejos comentó en su blog las bondades de las zapatillas Light Baby Shoe, a la venta en Decathlon. En aquel momento mi hijo sólo se desplazaba lateralmente agarrado a los muebles y, con el calor que hacía, le tenía siempre descalzo. Luego llegó el invierno y con él sus primeros pasitos en serio y mi larga búsqueda de unas zapatillas que me convencieran para que andara por casa. 
Mis primeros intentos fueron en vano, ninguna me acababa de convencer. Mi hijo tiene el pie muy gordito y con mucho puente, además de pequeño, lo que hacía que todos los modelos de zapatillas para estar por casa me resultaran poco apropiados para él. Para mi, elegir el calzado apropiado para estar aquí dentro era algo muy importante porque son muchas horas y su pie está en pleno crecimiento y adaptación a la adquisición de la marcha autónoma. Las tendencias actuales recomiendan que los niños vayan descalzos el mayor tiempo posible, pero esto sólo parece posible en verano... así que para mi era importante encontrar un calzado muy fino, suave, flexible... pero a la vez aislante del frío.
Varias personas me sugirieron los calcetines con antideslizante. Pero a mi hijo le encanta quitarse los calcetines y los que llevan ese tipo de puntitos en la planta suelen ser, además, muy anchos, por lo que se los quitaba con suma facilidad. Así estuve yo venga a pensar, venga a pensar, hasta que me acordé de esta recomendación.
Una tarde fuimos a Decathlon y ahí estaban las zapatillas. La primera impresión que me dieron es que eran aún más feas que vistas a través de Internet, pero, por lo demás, cumplían todas mis pretensiones: finas, transpirables, calentitas (están rellenas como de pelito), súper flexibles, suaves, con refuerzo en la punta y el talón y antideslizante en la suela. Me las llevé por 14,95 euros, un precio que en principio me resultó algo caro, pero ¡todo sea por el niño!.

A día de hoy se las recomiendo a todo el que me pregunta, me parecen fantásticas. Al niño, por fin, le resultan comodísimas, tanto que no se las suele quitar casi nunca. Se ponen muy fácilmente gracias a su velcro, se adaptan a su pie totalmente, no le suda para nada y aguantan bastante bien los lavados, además de secarse en un momentito encima de un radiador. Fantásticas.
Los únicos "peros" que le puedo poner es que son bastante feas, ya podían esforzarse un poco más en hacerlas con otro diseño, y que dan poca talla, como poco un número menos, por lo que no hay que fiarse del tallaje habitual del niño. Por lo demás, totalmente recomendables.
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Cambiando de tema, hoy he recibido el arrullo "casero" que sorteó Walewska en su blog Mamis y Bebés. ¡Me encanta!. Si en el blog era bonito, en persona es una pasada. La foto que le he sacado no le hace justicia para nada, es mucho más vistoso al natural.
Me encanta el estampado (es totalmente de nuestro estilo), me encanta la suavidad de la tela interior, está fantásticamente bien rematado... ¡ojalá pudiera estrenarlo ahora mismo!. 
Walewska, te lo digo en serio, pon a tu madre a fabricarlos en serie, ¡os los iban a quitar de las manos!. Gracias por el sorteo, estoy encantada con que me haya tocado, es la primera vez que me toca algo y ya era hora, ¡¡¡yo que me apunto a un bombardeo!!!. Y encima va y me toca algo con tanto valor sentimental, algo hecho a mano con todo el cariño, ¡qué suerte la mía!.