Mario Peixoto fue el director, escritor, productor, editor, encargado del departamento musical, e incluso actor en esta su primer y única película terminada, tiene un pequeño papel como secundario. Dejó un tercio de obras inacabadas por distintos problemas, también fue escritor, pero sobre todo fue un revolucionario del cine y creador de una de las obras más grandes del cine brasileño, incluso considerado por muchos la más grande. Sí, todo eso se presenta en tan solo su único largometraje.Limite aborda con un tono poético las vicisitudes de este grupo de náufragos, más allá de la situación en la que se encuentran, lo aborda desde el pasado de cada uno de ellos, los tres huyen desesperadamente de algo, hasta llegar a un punto en donde no pueden huir más, donde deben confrontar su situación y exponerla a sus compañeros en ese angustioso “viaje” perdidos mar adentro.La dirección que hace Peixoto en su film es brutal, pareciera un juego que logra acoplar a la perfección al encargarse también del montaje y la edición, experimentando en todo momento con numerosas tomas, con el ángulo de la cámara que se aleja de lo común, con algunos planos cenitales, primeros planos a objetos, o bien con la cámara enfocada hacia el mar como la mirada perdida de estas personas, movimientos elegantes, algunas secuencias más largas, en muchos momentos durante los recuerdos la acción no muestra directamente el rostro de los personajes, sino que se enfoca en los zapatos, manos, o el cuerpo, en un ejercicio muy llamativo.Limite no explica mucho, la utilización de intertítulos es muy pero muy poca, Peixoto desea que su obra hable por sí sola con la fuerza de las imágenes, en ningún momento nos dice porque esas personas están ahí, ni siquiera un indicio, no hace falte, finalmente eso es lo que menos importa, puesto que su enfoque es más que evidente que se dirige a una introspección de los protagonistas. Monumental, hermosa, poética.
Revista Cine
Mario Peixoto fue el director, escritor, productor, editor, encargado del departamento musical, e incluso actor en esta su primer y única película terminada, tiene un pequeño papel como secundario. Dejó un tercio de obras inacabadas por distintos problemas, también fue escritor, pero sobre todo fue un revolucionario del cine y creador de una de las obras más grandes del cine brasileño, incluso considerado por muchos la más grande. Sí, todo eso se presenta en tan solo su único largometraje.Limite aborda con un tono poético las vicisitudes de este grupo de náufragos, más allá de la situación en la que se encuentran, lo aborda desde el pasado de cada uno de ellos, los tres huyen desesperadamente de algo, hasta llegar a un punto en donde no pueden huir más, donde deben confrontar su situación y exponerla a sus compañeros en ese angustioso “viaje” perdidos mar adentro.La dirección que hace Peixoto en su film es brutal, pareciera un juego que logra acoplar a la perfección al encargarse también del montaje y la edición, experimentando en todo momento con numerosas tomas, con el ángulo de la cámara que se aleja de lo común, con algunos planos cenitales, primeros planos a objetos, o bien con la cámara enfocada hacia el mar como la mirada perdida de estas personas, movimientos elegantes, algunas secuencias más largas, en muchos momentos durante los recuerdos la acción no muestra directamente el rostro de los personajes, sino que se enfoca en los zapatos, manos, o el cuerpo, en un ejercicio muy llamativo.Limite no explica mucho, la utilización de intertítulos es muy pero muy poca, Peixoto desea que su obra hable por sí sola con la fuerza de las imágenes, en ningún momento nos dice porque esas personas están ahí, ni siquiera un indicio, no hace falte, finalmente eso es lo que menos importa, puesto que su enfoque es más que evidente que se dirige a una introspección de los protagonistas. Monumental, hermosa, poética.