Lindes borrascosas

A estas alturas seguro que ya pensarías que me había retirado de esto de los blogs pero “siento” informarte que no es así. Si te ves con ganas puedes seguir aguantando “unos cuantos” posts más pues, como en Lost, a pesar de haber estado un poco perdido, todavía creo tener argumentos para una nueva temporada. Es sólo que, como ya había comentado en anteriores ocasiones como por ejemplo en mi artículo ¡Agua fresca!, cuando se intentan abarcar tantas cosas a la vez…¿Y qué es lo que me ha tenido tan ocupado estos días atrás? Si me remonto a principios de año, los reyes majos de Google Play me trajeron una aplicación para mi móvil llamada Endomondo y desde ese momento llevo registradas 27 prácticas, recorridos más de 728 kilómetros durante 2 días y 17 horas, he dado 0,018 vueltas al mundo y de haberlos hecho volando habría recorrido un 0,002 de la distancia a la luna. Además de esto he quemado casi 48500 calorías y 89 hamburguesas de las cuales unas cuantas ya han sido recuperadas en McDonald’s, ¿verdad @Yomisma1981?, jajaja. Pues ni más ni menos eso es lo que ocurre, que la cabra tira al monte y últimamente me ha dado por dedicar mi tiempo libre a eso precisamente y ya sea caminando, corriendo o en mountain bike, siempre que puedo me escapo a la montaña. Sólo espero que no me ocurra como me dijo una persona a la que me quiero un montón y que en ocasiones me acompaña en mis andadas:

Cuando a un tonto le da por una linde, la linde se acaba y el tonto sigue…

Claro que en mi caso existen tantas que considero difícil quedarme sin ninguna. Una de ellas es El Pozo de Agua, ¿me acompañas?Y cómo no, por haber inspirado el título del artículo y parte de el; ¡Este va por ti, primo!