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Literatura: 'Lo que queda de mí', de Kat Zhang [The Hybrid Chronicles #1]

Publicado el 19 enero 2014 por Cristina @miss_xerinola
Y aquí estamos de nuevo con una reseña que cae en domingo. Hoy hablamos de novedades e inicios de trilogías, por lo que espero que os pueda interesar y, para aquellos que ya habéis leído la novela, podamos debatir la trama teniéndola bien fresca.De nuevo, muchas gracias a Maeva Young por el envío del ejemplar. 
Como siempre, una ficha técnica:Literatura: 'Lo que queda de mí', de Kat Zhang [The Hybrid Chronicles #1]Título: Lo que queda de mí (What's left of me, 2012)Autor: Kat ZhangEditorial: Maeva Young Género: ciencia ficción juvenil, distopíaAño de publicación: noviembre 2013Páginas: 399Edición: tapa blanda sin solapasWeb: Kat ZhangExtras: BooktrailerValoración: 8/10
¿De qué trata?Addie y Eva son dos hermanas que están tardando en asentarse, para gran preocupación de sus padres. Así que cuando Addie da muestras de convertirse en el alma dominante, todos sienten un gran alivio. Sin embargo, Eva nunca llega a desaparecer. Su cuerpo no le obedece, pero ella sigue allí, y solo Addie lo sabe. Y, cuando descubre que existe la posibilidad de volver a caminar, a reír, a cantar… Se aferra a ella con todas sus fuerzas.
The Hybrid Cronicles (1/3):  Lo que queda de mí  //  Once we were //  Echoes of us

Estoy más que de acuerdo con la crítica internacional que define Lo que queda de mí como una novela impactante y provocadora. Estamos delante de una obra inesperadamente profunda donde apenas hay acción, ya que lo que prima es la voz de Eva, el alma recesiva que sobrevive en el cuerpo de su hermana gemela, Addie, anhelando volver a sentir el aire en su propia piel. A partir de su voz, siempre narrada en primera persona del plural puesto que comparte cuerpo con su hermana, vemos el mundo desde una ventana cerrada y valoramos lo que para muchos pasa desapercibido, como es el vivir y el poder ser dueño de uno mismo.
He quedado impresionada con la voz de Eva, de sus ansias de vivir y de su constante debate interno entre desaparecer, por las normas establecidas, o de obedecer a su deseo irrefrenable de sobrevivir, de poder caminar de nuevo. Ha sido muy interesante valorar el concepto de los híbridos, que a muchos nos puede sonar a esa voz interior que siempre nos aconseja sin darnos cuenta pero que a veces se apodera de nosotros. No podemos negar que Lo que queda de mí es una novela lenta, ya que nos narra un alma encerrada, además de que Eva no progresa en su afán hasta bien entrada la historia, y por cada paso que quiere dar, acaba retrocediendo varios por miedo a las represalias. Aun así, es una historia totalmente rica de matices y sentimientos, ya que nos basamos en la fortaleza de Eva, pero también en sus miedos, por lo que las páginas se pasan volando.
-Solo estoy yo. Soy Addie. Ya estoy asentada. Todo está perfecto. Ahora soy normal. Soy...
Pero de pronto los ojos de Lissa brillaron de ira y sus mejillas enrojecieron:
-¿Cómo puedes decir eso, Addie? ¿Cómo puedes hablar así estando Eva contigo?
Addie se echó a llorar. Las lágrimas resbalaron hasta nuestra boca con un sabor salado, cálido, metálico.
Chsst, susrré. Todo me daba vueltas, todo era tan confuso... Chsst, Addie. Por favor, no llores. Por favor.
-¿Y Eva?- preguntó Lissa con voz chillona-. ¿Qué ha sido de Eva?
Tristeza. Tristeza, dolor y culpabilidad. Ninguno de estos sentimientos era únicamente mío.

Además de la historia, tengo que destacar justamente a los personajes. Todos, sin excepción, me han parecido muy bien construidos y repletos de detalles, claramente redondos que han de desarrollarse a lo largo de la historia. Aunque poseemos varios secundarios carismáticos, como Hally y Lissa, u otros de más callados y atentos, como Devon y Ryan, que ayudan al lector a ver lo que piensa cada alma del mundo, tengo que destacar a las hermanas protagonistas, el pilar central de la obra. Y felicitar a Kat Zhang, porque ha creado dos personajes complejos con los que identificarse y conectar. Es fácil sentir la congoja de Eva y su debate interno por sobrevivir o morir, pero también de comprender a Addie, del miedo que tiene a perder el control del cuerpo y de romper la rutina que tanto le ha costado establecer. 
Pero no todo ha sido perfecto y el gran problema que he visto en Lo que queda de mí es que la realidad que nos cuenta no es del todo sostenible. Estamos delante de un inicio, sí, y como tal, tenemos información introductoria, tanto del contexto como de los personajes, además de una narración lenta donde priman los sentimientos y las reflexiones, pero a Kat Zhang le ha faltado el gran componente: el por qué de todo. No puedo entender la magnitud de una historia que no está bien explicada, pues en mi cabeza no cabe, tras finalizar este primer volumen, que ser híbrido sea tan horrible, tampoco se narra el por qué de esta situación, algo esencial, o por qué los padres ven lógico que uno de sus hijos muera. Por muy distópica que sea esta novela, no he encontrado ningún argumento que me hiciera razonar y comprender al completo esta peliaguda realidad alternativa.
Piensa en lo que podría ocurrirnos, añadió. Seguíamos con la toalla tapándonos la cara. Ahora podríamos ser normales. Podríamos quedarnos así para siempre.
Pues yo no quiero quedarme aquí, dije.
Todo el mundo termina por asentarse. Es...
Pero nosotras no nos asentamos, interrumpí. No del todo. Yo sigo aquí, Addie.

Nos topamos de nuevo con otro debut literario de autora novel y planteando una historia distópica donde, más que pesar la acción, es una interesante reflexión sobre la oportunidad de vivir y el valor de ser un ser humano. Aunque faltan por justificar e hilar correctamente un par de ideas esenciales, creo que es toda una apuesta para aquellos que busquemos algo más que aventura y peligro, sino también madurez y debate.

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