Revista Cultura y Ocio

Literatura: 'Treintañera (y a mucha honra)', de Amabile Giusti

Publicado el 07 mayo 2015 por Cristina @miss_xerinola

"Cumpliré treinta años dentro de pocos meses, no tengo novio, ni siquiera un amigo con derecho a roce, acabo de perder un trabajo con el que ganaba menos que si me dedicara a mendigar y además me ha salido un grano en la nariz."


Literatura: 'Treintañera (y a mucha honra)', de Amabile GiustiLibro: Treintañera (y a mucha honra) (Trent'anni e li dimostro, 2013)Autor: Amabile GiustiEditorial: Esencia - Grupo PlanetaGénero: chick-lit, comedia romántica, adultoAño de publicación: febrero 2015Páginas: 312Edición: rústica sin solapasWeb: - Valoración: 7/10
¿De qué trata?Carlotta está a punto de cumplir los treinta y se considera una gafe crónica. Sólo llega al metro sesenta con tacones altos, tiene una familia que está completamente loca y no ve en el horizonte a un novio como Dios manda. Y por si eso fuera poco, acaba de dejar su trabajo y ahora se ve obligada a alquilar una de las habitaciones de su apartamento para llegar a fin de mes. Luca, el nuevo inquilino, tiene muchos pros: es escritor, guapísimo y muy simpático, pero en cambio: es desordenado, fuma mucho y suele llevar a sus conquistas a casa. A pesar de que Carlotta nunca lo admitirá, se está enamorando de ese macho depredador que trata a las mujeres como a objetos de un solo uso. Entre su madre pidiéndole que se centre de una vez, un nuevo trabajo que debe inventarse y muchos encuentros cercanos con Luca y sus novias, Carlotta aprenderá que para convencer al resto del mundo de sus posibilidades primero tiene que creer en sí misma y aceptarse tal como es: una mujer verdadera, ni jovencísima ni bellísima, pero llena de determinación y capaz de encontrar su lugar en el mundo.
No creo que haya nadie en la sala que no sepa de Bridget Jones, esa entrañable solterona creada por Helen Fielding, con quien crecimos, aprendimos a llevar la cuenta de lo gramos perdidos de nuestra dieta infructuosa en un diario y, claro que sí, a suspirar por Colin Firth cuando hubo ocasión. Treintañera (y a mucha honra) inició su campaña escudándose en ser la versión mediterránea de tan aclamado personaje, y os constato que sí, ha sido una comedia romántica más que hilarante y muy en la línea, con una protagonista excepcional, torpe pero llena de determinación, aunque he echado en falta más risas, muchas más. 
Literatura: 'Treintañera (y a mucha honra)', de Amabile GiustiMi duelo con Treintañera (y a mucha honra) se resumiría en dos conceptos: ganar y reír, perder y llorar. Reír a carcajadas. A mandíbula batiente. A que se me escapase la risa en el transporte público. A no creerme lo que estaba leyendo de lo imposible que parecía. Pero también llorar. A lágrima viva y desconsolada. O llorar mientras me reía. Porque sí, estamos ante una comedia romántica súper divertida donde Carlotta, nuestra protagonista, es una mujer real, torpe, sin atractivo, descuidada pero llena de vida, que ha de afrontar la vida cando se acerca a la peligrosa cifra de los 30 viéndose soltera, cuando el amor llama a su puerta en forma de un hombre encantador llamado Luca. Con esta premisa, yo ya me imaginaba toda una idílica historia de amor, de esas que pronto se adaptan a películas con los actores de moda, y ya estaba deseosa de ver los primeros roces, las primeras miradas, las primeras palabras connotativas, pero me quedé un poco fría ante el muro que rodeaba al protagonista.De buenas a primeras, me he topado con un mar opaco de sentimientos, con un hombre que muestra cero interés en Carlotta, mientras ella sitúa al lector con su patética vida, no solo por el ámbito sentimental, que ha hecho que leyera siempre con un nudo en la garganta -y no solo porque yo también me acerco a la treintena-: a nuestra protagonista le inundan un sinfín de sentimientos negativos sobre su físico, su persona y su relación con los hombres; tiene una familia rabiosa que siempre la tachan de imperfecta, a destacar a su desquiciante hermana pequeña; no tiene trabajo y los 30 están a la vuelta de la esquina. Así, mientras leía Treintañera (y a mucha honra), mis carcajadas iban menguando para pasarme más al sollozo, porque en más de una ocasión, ante una escena hipérbolica que esperaba que me hiciera estallar en carcajadas -como era su intención inicial- o ver cualquier salida disparatada de Carlotta, me sentía identificada  por su auténtico desconsuelo y me inundaba más la compasión que la simpatía. Es más, a nuestra Carlotta le cuesta avanzar en su camino por la vida aunque ella misma se dé ánimos, y eso lo notamos en ciertos pasos que da y en los que nos atascamos. Quizá habrá sido mi edad o mi propio espíritu, pero Treintañera (y a mucha honra) me ha provocado más lágrimas de las que debiera. Pero claro, volvamos al tema principal, pues no quiero quedarme con la parte negativa: Treintañera (y a mucha honra) es una comedia romántica que se sustenta del carácter de Carlotta, mujer poderosa donde las haya, que es extrañamente reconfortante para el lector, sabe sacarte una sonrisa ante las mil y una situaciones cómicas en las que se encuentra, se ríe cuando es necesario y suelta más de una frase ingeniosa que hace que la risa se te escape por la boca. Sí, me hubiera gustado que fuera más loca -¡aún más!-, que Giusti la creara con un poco más de suerte y un protagonista masculino más dado al cariño y no a las sonrisas torcidas -más por mi propio deleite, claro está-, pero estaría más que de acuerdo en definirla como una protagonista cercana y real, descuidada y torpe, pero imperfecta y única. Como seríamos todas en la realidad. Con nuestras propias lágrimas y sonrisas. Con o sin nuestro Luca particular.
Aunque me hubiera gustado encontrarme un romance más esperanzador y no uno tan convulso y dado al drama, Treintañera (y a mucha honra) ha cumplido su cometido: ha sido una novela ingeniosa, divertida y, sobre todo, única en su especie. No creo que ni 7 vidas me dieran tanta cuerda como la que tiene Carlotta, pero estoy contenta de haberla conocido, mediante las palabras de Giusti, para insuflarme valor y muchas, muchas risas.
Con la colaboración de Grupo Planeta

Volver a la Portada de Logo Paperblog