Revista Cultura y Ocio

Llamamiento a los afiliados del Partido Popular.

Publicado el 10 enero 2017 por El Sol De Madrid Rubén Olmeda @elsoldemadrid

Me preocupa mi Partido Popular, en el que milito desde hace 19 años y en el que siempre he opinado con libertad, a veces sufriendo las consecuencias de ser libre, otras veces disfrutando de esa libertad para poder alzar la voz y ser escuchado y respetado. En estos 19 años siempre he mantenido mi trabajo fuera de la política, nadie me podrá tachar de ser de tal o de cual líder, de tal o de cual equipo. He sido del PP porque ser del PP significaba algo claro, definido y diferenciador.

Por eso me veo en la obligación de hacer un llamamiento a todos los afiliados del Partido Popular para que aprovechen estos tiempos de Congresos (Nacional, Regionales y Asambleas locales) y digan claramente lo que quieren que sea el Partido Popular en los próximos años. Lo hago ahora que ya tenemos un Gobierno conformado y una estabilidad en España, ahora que toca hablar de quienes somos y que queremos ser. Y lo hago sin mencionar a personas concretas, porque no se trata de nombres, si no de ideas, que nadie pretenda sacar de aquí una crítica a tal o cual persona, a tal o cual presidente/a, porque se equivocará. No es un manifiesto contra nadie, es un llamamiento a favor del Partido Popular.

Este llamamiento lo voy a fundamentar en 3 puntos: democracia interna, ideología del centro-derecha y regeneración.

Democracia interna

Si todos aceptamos como indiscutible eso de “un hombre, un voto” por qué discutimos “un afiliado, un voto”. No tiene sentido delegar el voto en quienes van a elegir al líder del Partido en cada región y en la dirección nacional. En una sede de 2.500 afiliados solamente se eligen a 4 compromisarios, por ejemplo. No entro en la elección de esos compromisarios, que también tiene mucho que mejorar, pero es otra cuestión.

Lo fundamental es que un partido de 865.000 afiliados no puede dejar en manos de 3.128 compromisarios la elección del líder del Partido. ¡El 0.36% no puede decidir por todos!.

Y otro aspecto para mejorar la democracia interna en el PP es la regulación de las “gestoras”, partiendo de que la persona que actúa como un “administrador temporal” no puede ni debe ser luego el candidato. ¿Pero cómo puede ser que alguien que ocupa un puesto de Presidencia temporal para garantizar unas elecciones limpias….luego se presente?. La Presidencia de una gestora debería tener el requisito de que esa persona no podría presentarse a las elecciones de esa sede (en este sentido veremos una ponencia muy interesante en el Congreso Nacional por parte de un compromisario de Madrid, ya le daré publicidad en su momento para que todo el que lo considere, vote a favor de su propuesta).

Y por último es necesario que los organismos de control funcionen, en este caso se trata de los Comités de Derechos y Garantías, que deberían resolver siempre en un plazo máximo (como ya fijan los estatutos) pero cumplirse de verdad. La solución sería que si un comité de derechos regional no resuelve en el plazo máximo fijado, automáticamente se pueda elevar a consideración en el comité nacional. Y si el comité nacional no resuelve en su plazo máximo, automáticamente el afiliado que presentó su escrito, sea recibido por el Presidente/a Nacional y tenga que resolver éste de forma directa.

Ideología de centro-derecha

Es cierto que el Partido Popular se viene definiendo en la última década como “de centro reformista” pero lo que hace unos años era válido, ahora no lo es. El centro reformista era el que en España demostraba que la derecha no era ese dóberman con el que nos identificaba la izquierda, por eso se edulcoró el mensaje ideológico y se adaptó a las nuevas corrientes europeas. Las reformas fueron las que afectaron a la privatización de empresas publicas, adaptación de legislación en materia de comercio, reformas necesarias para la entrada en la zona Euro, intento de suavizar las relaciones con las autonomías, etc.

Pero ya no estamos en ese escenario, ahora la sociedad se ha segmentado mucho más y no tenemos solo dos bandos, si no que existen múltiples partidos con diferentes tendencias sobre la misma base ideológica. Ahora es necesario que el Partido Popular se defina como lo que es, de centro-derecha, sin complejos, sin miedos. Hay una derecha que se siente huérfana de un partido político y bien no vota, bien vota a otros minoritarios que no hacen si no restar opciones al PP. Y hay un centro poco definido, pero real, que fluctúa y decide las mayorías cada cuatro años, y es necesario cuidarlo y darle cabida entendiendo sus necesidades, pero sin perder la identidad.

Cualquier político europeo, estadounidense, chino o de cualquier zona del mundo entiende que en España, la derecha la representa el PP. Cualquier estudiante que lea sobre España dirá que la derecha en España es el PP. Pero llegamos nosotros mismos y nos quitamos esa lógica identidad, ¿por qué?. Recuperemos lo que siempre hemos siendo, el centro-derecha en España. Os aseguro que hablamos de 10 millones de votos, los suficientes para la mayoría absoluta, tomando como referencia los 9.716.006 votos de la 1ª legislatura de Aznar, los 10.321.178 votos de la 2ª legislatura de Aznar, y los  10.866.566 votos de la 1ª legislatura de Rajoy.

Pero lo importante realmente no son los votos, si no defender las ideas de los cientos de miles de afiliados que de forma desinteresada ofrecen su trabajo para mejorar su País. Hemos perdido batallas como la de los impuestos, la educación o la libertad individual (de la que fuimos pioneros). Ahora nos arrastramos en el barro de las ideologías de género llevadas al esperpento en algunos colegios, tememos defender la unidad territorial, renegamos de nuestros valores cristianos y aceptamos la locura de que nos denominen “socialdemócratas” como si eso fuera un título honorífico y limpiase cualquier mancha de tiempos pasados.

Somos de centro o de derecha, defendemos la vida, respetamos los valores cristianos y no subimos impuestos. Eso ha sido el PP y eso debe ser, porque de lo contrario será otra cosa, pero no será el PP. Será el “nuevo PP” o el “otro PP” o como lo quieran llamar aquellos que tratan de demostrar que no han formado parte de ese pasado. ¿Y por qué digo esto? porque no hay más que preguntar a los afiliados para saberlo, los que llevamos 19 años pisando la calle lo sabemos.

El centro-derecha convivía con el aborto en los 3 supuestos que contemplaba la Ley, también convivía con la libertad individual de ser/sentirse como uno estime oportuno (homosexual, budista, vegano, etc), ese centro-derecha defendía la incuestionable esencia en valores del humanismo cristiano, pero no rechazaba a los ateos o a los musulmanes. Es decir, cualquier batalla ideológica que se presentase, se podía afrontar con garantías, con orgullo y con honestidad. Ese centro-derecha sigue siendo la incuestionable realidad del PP y hasta que no lo asumamos en nuestros estatutos, seremos un partido con el DNI caducado.

Regeneración

19 años llevo afiliado y 19 años viendo las mismas caras, en las sedes locales, en las regionales y a veces en la dirección nacional. Evidentemente hay puestos y puestos, los fontaneros o las personas de organización son más valiosas cuanto más tiempo llevan, como en cualquier empresa, y por eso deben permanecer. Pero las caras visibles deben dejar paso a las nuevas generaciones. En Galicia, en Madrid, en Castilla-León, Andalucía o en donde se nos ocurra, seguro que hay un puñado de grandes políticos preparados entre los 30 y los 45 años que no pueden florecer porque les tapan los que se niegan a “jubilarse” políticamente. 

Todos tenemos nombres que se nos vienen a la cabeza, personas que seguramente darían un nuevo impulso al Partido. Pero tenemos a líderes que llevan, en ocasiones, más de 25 años en política y de pronto se erigen como “renovadores” o “regeneradores”…¡después de 25 años ocupando cargos!. ¿Pero como podemos aceptar que alguien que lleva media vida ocupando una silla en el Partido, nos hable de ser la renovación?.

Esto no significa que haya que hacer un partido de jóvenes, bajo ningún concepto. El Partido Popular se diferencia del resto en eso, en que prima la sabiduría, la templanza de los años, el expertise en la gestión, el conocimiento en las áreas y en la vida. Pero si que es necesario que la regeneración la empiecen precisamente otras generaciones, ocupando puestos de relevancia en el partido, sin duda. Miremos las sedes locales, veamos la decadencia de muchas de ellas por el empeño en no ceder el paso a los que por ley natural deben ocupar los puestos de dirección. Presidentes que entraron al cargo con 40 años y que tienen ahora 60, ¿cuántos conocemos? muchos. Los mandatos de 8 años deberían ser un compromiso moral con los afiliados.

Tenemos lo más importante que se puede tener en una sociedad, la libertad de expresión, no seamos nosotros mismos los que nos censuremos, aprovechemos esta etapa de Congresos para seguir construyendo un partido mejor, una sociedad mejor. Desde el respeto y desde el compañerismo, pero con energía y contundencia en la defensa de nuestras ideas, las ideas del Partido Popular.


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