Revista Ciencia

Llega al país un nuevo avance hacia el “páncreas artificial”

Por Jguerra
Una nueva tecnología que estudia la ANMAT En la Argentina, una de cada diez personas sufre diabetes. Alrededor de 415 millones de personas la padecen a nivel mundial y en nuestro país, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la sufren 1 de cada 10. Y hoy, en el Día Mundial de la Diabetes, la tecnología sigue avanzando para ayudar a los que la sufren: en 2017 Argentina podría contar con un nuevo modelo de bomba de insulina que mejorará la calidad de una parte de los enfermos ya que logra un mayor control de la glucosa. La diabetes es una enfermedad crónica y aparece cuando el cuerpo no produce o usa de la mejor manera la insulina para nivelar la glucosa (azúcar) en la sangre. La insulina, justamente, es la hormona necesaria para convertir el azúcar, los almidones y otros alimentos en la energía que necesita el cuerpo para la vida diaria. La diabetes tipo 2 es la forma más común y la tipo 1, en la cual el cuerpo no produce directamente insulina, suele diagnosticarse en niños y jóvenes aunque también la padecen los adultos. Y a este último grupo, la nueva tecnología de suspensión predictiva de insulina --producida por Medtronic--, les será de gran utilidad. ¿Cómo es este nuevo aparato? El doctor Adrián Proietti a cargo del área de Tratamiento Intensificado y tecnología aplicada a la diabetes del Hospital Italiano da un panorama: “Es un micro infusor de insulina con un sensor continuo de glucosa que se coloca en forma subcutánea, con una mínima invasión en la piel. Esto ya existe en Argentina, pero a este nuevo modelo se le suma un algoritmo matemático que frente al valor glucémico, la bomba actúa automáticamente”. Asegurar que los niveles de glucosa no se eleven (hiperglucemia) ni bajen demasiado (hipoglucemia) es el gran desafío para los diabéticos. La hipoglucemia, por ejemplo, puede llevar a la pérdida de conciencia, convulsiones e, incluso, a la muerte. “La nueva bomba de insulina 640G reduce el miedo a la hipoglucemia, que es una carga tanto para el paciente como para su familia. Como el sistema es capaz de predecir el riesgo de una baja de la glucosa y automáticamente toma acción, el paciente en la mayoría de los casos no tiene que hacer nada. Esto da como resultado un mejor descanso al dormir cada noche y en más actividades diarias ininterrumpidas”, contó el doctor alemán Thomas Danne, director del departamento de Pediatría y Endocrinología de la escuela de medicina de Hannover, que disertó la semana pasada en el XX Congreso Argentino de Diabetes. Llega al país un nuevo avance hacia el “páncreas artificial” Si bien este nuevo modelo ya se aprobó el 28 de septiembre en Estados Unidos y recién en abril del año que viene comenzaría su venta comercial allí, en nuestro país necesita la aprobación del ANMAT, que ya lo tiene en sus manos. “Este es un paso hacia el páncreas artificial”, afirma Proietti aunque pide “cautela” ya que este aparato necesitará la interacción del enfermo “que le deberá informar a la bomba lo que come y sus acciones”. Otro dato positivo que confirmó es que: “La nueva bomba hace que gran parte del día el paciente se desprenda de la enfermedad”. “Es un avance fantástico en el aporte de insulina que permite acercar a lo que produce un páncreas de los no diabéticos”, le dijo a Clarín la doctora Graciela Fuente, Jefa del servicio de diabetes y nutrición del Hospital Durán, respecto de la nueva tecnología. Además dejó su consejo para prevenir esta enfermedad: “Debemos sumar hábitos de vida saludable, con un plan de alimentación adecuado y actividad física regular”. Proietti apuntó a “reducir carbohidratos, grasas saturadas, lograr un orden alimentario y hacer caminatas diarias de 30 minutos que bajarán eventos cardiovasculares”. Los hitos que vienen sucediendo hacia el desarrollo de un páncreas artificial incluyen la primera bomba de insulina y monitor continuo de glucosa en 2006 y la introducción de un sistema integrado con suspensión automática de insulina en 2009. Ahora Danne agregó “el siguiente paso no es sólo evitar los valores bajos, sino que también se puedan manejar automáticamente los niveles elevados de glucosa”. Por Marcelo Maller
Fuente: Diario Clarin

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