Llega el fin del mundo... ¿o no?

El Calendario Maya es una fuente de fascinación e imaginación para escritores de libros y películas sobre el fin del mundo el 21 de diciembre de 2012. Es cierto que según el Calendario Maya el 2012 marca una nueva era, un nuevo ciclo, un nuevo comienzo…pero es una casualidad matemática al igual que el 2000 marca un nuevo inicio después del 1999. Y es que nosotros contamos en base 10 y los Mayas en base 20.

Por mucho que se diga los Mayas no predijeron que el mundo se acabaría el 21 de diciembre de este año 2012.  La asociación surge porque el calendario maya es cíclico, al igual que el nuestro, cada año termina y empieza uno de nuevo. Los Mayas seguían también un calendario cíclico pero más complejo que el nuestro, con diferentes ciclos. Algunos relacionados con la astronomía con calendarios de la luna, marte, venus y posiblemente de mercurio y otros con la vida diaria como el periodo de gestación.

Existen complicaciones para establecer un único calendario, pues hay que unificar el calendario lunar con el solar. Para que cada año las estaciones (establecidas por el calendario solar) correspondan con las fases de la luna (calendario lunar). Estableciendo diferentes calendarios no existe este problema.

Para entender el calendario Maya primero hay que entender su sistema numérico. Un sistema numérico sirve para generar todos los números a partir de unas reglas y símbolos que son los números.  Voy a exponerlo describiendo primero el nuestro. Nosotros utilizamos el denominado sistema decimal, la base es el número 10. Esto significa que tenemos números del cero al nueve: 0,1,2,3,4,5,6,7,8 i 9. La posición de estos números se indica mediante una potencia de 10, esto es

Así por ejemplo el número 1024 se escribirá como

En el sistema numérico Maya la base es el número 20, es decir, es un sistema numérico vigesimal. Por tanto tenemos números del cero al 19, que utilizarían las siguientes posiciones

Pero existe una pequeña particularidad, los mayas utilizaban dos cuentas, la cuenta normal y la cuenta larga. La primera llegaba hasta la tercera posición (20²) y la cuenta larga hasta la quinta posición (20⁴). Hay que tener en cuenta que la primera posición depende de 20 y cualquier número elevado a cero es 1. Así la cuenta normal seria de la forma

Pero existe una diferencia con la realidad maya, en lugar de utilizar el número 400 utilizaban el 360, que es 18×20. Así pues la cuenta normal queda definitivamente como

Donde 360 está relacionado con el año solar de 365 dias. Estos días tenían nombres, “tun” era la unidad para 360, “winal” para 20 y “k’in” para 1.

Los números se representaban separados por puntos, el 12.5.9 correspondería a:

La cuenta larga contiene cinco posiciones,

Donde la unidad 7200 recibe el nombre de “k’atun” y 144000 el de “bak’tuns” .

El año cero Maya se describe mediante el número 0.0.0.0.0 y según el arqueólogo John Eric Sidney Thomson corresponde al 13 de agosto de 3144 a.C. en el calendario gregoriano. Puesto que el sistema numérico Maya es vigesimal cuando la cuenta llega al número 19, el siguiente vuelve a ser el cero. Exceptuando para la posición “tun” que son 18 “winals” así pues cuando se llega al 17, el siguiente es el 0.

Llegamos ahora al día del juicio final. Fíjense que todo depende del sistema numérico basado en el número 20 con la excepción del “tun” y de la referencia del año cero según Sidney. Según todo esto el dia 12.19.19.17.19 correspondería al  20 de diciembre de 2012. Y el siguiente día tiene que ser el 13.0.0.0.0 que corresponde al 21 de diciembre de 2012. El siguiente día es ya el 13.0.0.0.1 que es el 22 de diciembre de 2012.

El fin del mundo Maya es solamente una curiosidad numérica junto con la asociación del año cero Maya a un día determinado según el arqueólogo John Eric Sidney que bien podría ser otro día cualquiera.

Nubes de polvo que ocultan el centro galáctico

Pero por mantener la curiosidad una de las teorías mas extrañas asociadas al fin del mundo del 21 de diciembre del 2012 sostiene que una alineación cósmica del Sol, la Tierra y el centro de nuestra Galaxia en el solsticio de invierno conducirán a la destrucción de la Tierra. Pues en el centro de la Galaxia reside un enorme agujero negro que tiene una masa cuatro millones superior a la masa de nuestro Sol. Pero este agujero negro se encuentra situado a 28.000 años luz de distancia (264 mil billones de kilómetros) y sus efectos gravitacionales no nos afectaran para nada. El Sol es mucho más pequeño pero se encuentra más cercano (150 millones de kilómetros), así pues es el Sol quien ejerce la mayor fuerza gravitatoria sobre la Tierra. Ademas a lo largo del año nuestra distancia al agujero negro galáctico cambia aproximadamente una parte en 900 millones, insignificante. Y estamos más cerca en el verano, no en el invierno.

Pero si será el final de nuestras navidades familiares, sino que se lo pregunten a las preferentes de Caixa Catalunya.