Tal y como te expliqué aquí la semana pasada, tenía pensado pedirme algún modelo de zapatos Clarks y que los había pedido. Y, por fin, el viernes pasado ¡me llegaron!
La verdad es que me quedé bastante sorprendida, porque hice el pedido el domingo por la noche y, como había leído en la web de Spartoo que la entrega tardaba seis días, me hice a la idea de que no los tendría hasta el lunes de la semana siguiente, contando en días laborables.
En cuanto hice el pedido, recibí un correo electrónico confirmando la compra, con todos los datos. El miércoles, 29 de febrero, recibí otro correo electrónico que me informaba de que mi pedido acababa de salir de Sparto y que, aproximadamente, después de 48 horas de haber recibido ese mensaje, podría hacer el seguimiento del paquete.
El día siguiente, 1 de marzo, recibí un correo electrónico de Correos en el que me comentaban que “en los próximos días” recibiría en mi domicilio el paquete remitido por Spartoo. Al leer esto, entendí que, siendo jueves cuando recibía el mensaje, seguramente hasta princpios de la semana siguiente no recibiría mi pedido.
Así que imagina mi sorpresa cuando el viernes por la mañana, mientras ultimaba los detalles de la maleta para irme de viaje de fin de semana, suena el timbre y el cartero me dice que trae un paquete. ¡No me lo podía creer!
La caja, como puedes ver, es muy sencilla, en tonos verdosos, con una línea blanca, y las letras en negro. Dentro de la caja, mis zapatos nuevos, preciosos:
Todavía no los he estrenado, porque me los llevé a Madrid, pero como el tiempo estaba bastante frío y los zapatos son muy abiertos, decidí no ponérmelos. Pero probármelos, sí que me los he probado y son muy cómodos, y me van muy bien.
Así que, de momento, puedo decir que estoy satisfecha con la compra, tanto por los zapatos en sí, como por la rápida gestión de del pedido. Estoy segura de que volveré a comprar pronto en Spartoo.
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