Revista Viajes

Llueven rosas en el Panteón

Por Martineznotte Alejandro Martínez Notte @martineznotte

La enorme cúpula que corona la parte superior del Panteón de Agripa, es uno de los elementos más llamativos del edificio. A diferencia de otras obras de la época, se encuentra abierta, permitiendo el paso directo del sol al interior de la cella. Una vez al año, el óculo de 9 metros de diámetro permite el paso de miles de pétalos de rosa que bañan el interior del edificio en el marco de la celebración de la Pentecostés.

Se trata de un antiguo ritual religioso que se remonta a la Edad Media, y que simboliza el descenso del Espíritu Santo sobre los apóstoles en forma de llama. Para su representación se utilizan pétalos traídos de la ciudad Giffoni Valle Piana, una comuna italiana de la provincia de Salermo.

Durante muchos años el ritual fue interrumpido pero, en 1995, Monseñor Antonio Tedesco decidió continuar con la ceremonia.

fachada del panteon romano

¿Llueve en el Panteón?

Antiguamente muchos mitos anunciaban que en el Panteón la lluvia no podía ingresar: se evaporaba en el preciso momento en el que atravesaba la cúpula. Esta creencia está asociada con el carácter enigmático y misterioso que siempre rodeó al templo romano.

La lluvia sí puede ingresar en su interior aunque el arquitecto Apolodoro de Damasco, responsable de su construcción, tomó en cuenta este factor para reducir al máximo su efecto. La principal estrategia fue diseñar un pavimento levemente convexo, con la parte central 30 centimetros más alta que en sus perímetros. Las baldosas, que cuentan con un diseño geométrico de cuadrados y círculos, tienen pequeñas perforaciones con la finalidad de lograr que el agua se filtre a través de ellas en vez de estancarse en el centro de la sala.


Volver a la Portada de Logo Paperblog