Con la entrada Lo barato sale caro voy a iniciar una serie de post donde contaré las experiencias que, aunque en un principio me permitieron ahorrar, por una cosa u otra acabaron por no ser tan buenas como inicialmente parecían.
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Hace algún tiempo ya conté mis idas y venidas con el servicio de atención al cliente de la tienda online donde compré mi plancha del pelo (ver los comentarios del post: Como ahorrar comprando en el pais de origen del producto), pues ahora le toca a la plancha de toda la vida, la de la ropa :P.
A principios de año (más o menos), mi plancha, un centro de planchado compacto Solac, empezó a dejar de funcionar correctamente y, como ya lo había llevado una vez a cambiar la pieza digital que hacía funcionar el vapor, decidí ponerme a buscar nuevas alternativas.
No quería comprar el mismo porque pesa bastante pero si quería algo del mismo tipo (centro de planchado compacto) ya que mi experiencia con el Solac fue bastante buena.
Una compañera de trabajo se había comprado uno de Bosh con el que estaba encantada así que le pregunté el modelo y busqué información en Internet para ver si me encajaba con lo que yo quería.
Era justo lo que buscaba un centro de planchado ligero, con bastante capacidad de agua, pero sin pesar tanto como el Solac. Además el vapor se accionaba al coger la plancha con un sensor que tiene el asa y me pareció algo cómodo. Una vez decidida busqué ofertas por Internet y en tiendas de mi zona.
Su precio recomendado en la página de Boch eran 139€, en páginas como el Corte Ingles, Carrefour, etc rondaba los 105€ más o menos y finalmente lo encontré en Amazón por 75,06€ y me apunté a la promoción de Primavera de Boch donde me devolvían 20€ si enviaba una copia del tícket compra y del código de barras de la caja así que me salió por 65,06€.
Hasta aquí todo correcto, estaba encantada con mi compra ya que me había ahorrado bastante dinero con respecto al precio original, pero los problemas vinieron después:
- Al abrir el paquete que me llegó por transporte, me dio la sensación que la plancha no era nueva, la que vi en la exposición del Carrefour tenía los típicos plásticos de precinto y está solo traía la cubierta de la suela, además venía con polvo por encima. Pensé en devolverla pero finalmente decidí que no porque compro a menudo en Amazon y nunca he tenido ningún problema.
- Probé la plancha, la primera vez funcionó correctamente pero en las siguientes veces el sensor no funcionaba, había que agarrar el asa muy fuerte y aún así no iba bien así que la llevé al servicio técnico. El trato en el servicio técnico genial, me dijeron que el sensor estaba mal y se lo cambiaron.
- Plancha de nuevo en casa… una tarde mientras la utilizaba me quede con la rueda de la temperatura en la mano :-(. De nuevo al servicio técnico…
- De vuelta en casa el sensor no vuelve a funcionar. Vuelvo al servicio técnico y me dan una nueva (tengo que repetir que el servicio técnico de mi ciudad es de lo mejorcito que me he encontrado).
- La nueva va bien (por lo menos por ahora) aunque el sensor sigue sin ir como explican en el libro de instrucciones que debe ir y a veces tarda en salir el vapor.
Por todo lo anterior, aunque en un principio ahorré bastante en la compra, finalmente el tiempo que he perdido y los transtornos que me ha causado han hecho que el ahorro ya no fuera tanto y, la verdad, no me volvería a comprar ese centro de planchado.
Y tú, ¿has comprado algo que no haya sido tan ganga como al principio parecía? Cuéntamelo en los comentarios. Si te ha gustado, compártelo ;-)
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