Lo cutre/natural: «Escribir un libro es lo más asqueroso que he hecho en mi vida» Khloé Kardashian.

En uno de los capítulos de la serie de televisión Las Kardashian, Khloé, a propósito del libro que estaba escribiendo (Strong Looks Better Naked), declaró a su hermana: «Escribir un libro es lo más asqueroso que he hecho en mi vida»¿Es la confesión de un sentimiento?, ¿Es la constatación de un resultado?
Yo lo interpreto como un indicador de estatus.Si queréis estar “in” en la sociedad actual, que convierte de forma inmediata lo íntimo en éxtimo, no disimuléis en vuestros perfiles de facebook o en twitter, no sigáis los consejos al uso para tener una buena e-reputación, así no vais a ningún lado.  Mostraros lo más cutre-natural que podáis. Es decir si suspendéis lo decís, si os emborracháis también, si os habéis fotografiado de forma comprometida no esperéis que los demás lo cuelguen, hacedlo vosotros, etc.., confesad lo inconfesable. De lo contrario, perteneceréis a la amorfa masa gris de los que simulan ser lo que no son. Reconoced y difundid vuestros deslices, hace años Olvido Hormigos, no lo hizo y lo hicieron por ella y el resultado fue un aparente escándalo: ver  El descuido de Olvido "La intimidad como espectáculo"., hacedlo como las Kardashian en cada uno de los capítulos de su reality.Si la cagáis en el trabajo, no dudéis, contadlo en les redes. Sin ir más lejos, el lucero del alba mundial Mr. Trump reconocía el martes 16 de mayo en Twitter haber facilitado información clasificada al ministro de Exteriores ruso, y al embajador de este país en Washington y aquí no pasa nada. La hipocresía, el disimulo, es cosa de medio clasistas, que, aunque muchos han dejado este atributo, todavía actúan con sus pautas. Seamos descarados, exhibicionistas.En estos tiempos éxtimos, lo peor es mejor, no vale el menos, es más, seguro que tu más se queda corto en lo referente al exhibicionismo. Exponeros porque existe una demanda obsesiva de lo realmente real, de lo hiperreal. 0, por lo menos, algo que así lo parezca. Estamos inmersos en una cultura ansiosa por consumir chispazos de intimidad ajena.Las redes, se han convertido en el escenario privilegiado de este movimiento, con su proliferación de confesiones reveladas por un yo que insiste en mostrarse siempre real a un tú que es, en realidad, mi otro yo, en un juego de espejos narcisista sin fin.
Albert PérezNovell