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Lo inhumano de las relaciones humanas: pareja, colaboración para Guayoyo en Letras

Publicado el 03 octubre 2011 por Cluisa
Lo inhumano de las relaciones humanas: pareja, colaboración para Guayoyo en LetrasComenzamos bien, con entusiasmo e ilusión, continuamos transgrediendo las normas de la “humanidad” al “reglamentar” el amor, que como la música, no posee reglas.
Con el tiempo esas reglas se transgreden, lógicamente. El humano no soporta que le digan lo que tienen que hacer, actuamos por instinto y a nuestro aire, sobre todo en algunas cosas básicas.  El hombre que comenzó siendo fiel prosigue engañando, la mujer que comenzó siendo dulce descubre que “debe” exigir, hacerse notar, poner reglas y condiciones a su afecto. Tratar de controlar o de asegurarse “que la quieran y respeten”.
La “mala leche” de la obligación mutua, de ponerse trampas para “evitar” que se “burlen de ti” o que “te controlen” destruye las uniones que debían ser supuestamente “limpias” donde, a decir verdad, hay muy poco de honestidad.
El sistema es un circulo vicioso, mientes para agradar, te mienten para agradarte, el orden establecido “sistematiza” que debes vivir bajo ciertas normas para que ese “afecto” sea catalogado como tal. Si un hombre te quiere se casa contigo, si quieres a un hombre harás todo por casarte con el.
Sin embargo, por un error de “la Matrix” donde todos vivimos, ese “amor “ absoluto, cuando no concluye en matrimonio tiende a desdibujarse y hace que todo gesto pasado quede relegado, por la falta de coherencia de querer a una persona fuera de su rol de origen.
Cuando la relación termina, por una cosa u por otra, si una semana antes de “finalizar” hablaban en términos amorosos, al minuto siguiente pasan a ser extraños, los nombres que se decían, las palabras de afecto desaparecen, no queda nada de lo que fue, pues ha sido y por tanto ha terminado.  ¿Cómo se supone que ha cambiado lo que se afirmaba “era”? ¿A dónde diablos se ha ido “el amor”?
Cuestiono la realidad de ciertas emociones que solo parecen existir debido al condicionamiento del cumplimiento de un rol, de una situación particularmente oportuna. Cuando desaparece esa coincidencia, desaparece el afecto. El que antes era querido y bien recibido, pasa a ser persona no grata, en los mejores casos. En los peores el odio, la rabia y la frustración de la culminación “de un proyecto” de vida hacen que no se puedan ni dirigir la palabra en términos educados. La indiferencia o el odio toman el lugar “del amor”.
Mientras que con los amigos se establecen vínculos  para toda la vida, las relaciones románticas, que al parecer son mucho mas fuertes, pierden sentido cuando no hay una cama de por medio, pierden sentido cuando “no tenemos planes” (matrimoniales obviamente) con esa persona. Porque para “la cama” tiene que tener una justificación, no puede haber “cama” por “amor”, o por “gusto” tiene que haber “cama” porque socialmente “harás algo”, y la verdad es que ya socialmente establecido, puede suceder, que esa cama se pierda o se vuelve intolerable.
Poner reglas al afecto, que como la música es libre nos conlleva a establecer “tratos”, no vínculos, aunque el corazón este de por medio, aunque el afecto impere. Veamos ese afecto actuar fuera de esos “tratos” a ver si resiste.
Lo que me parece inhumano, mucho mas terrible y cruel que cualquier otro gesto “amoroso” de las tan bien intencionadas relaciones románticas en Occidente,  es expectorar de tu vida, excusándote en cualquier motivo: infidelidades, peleas, dinero, desencuentros, a quien “quisiste” o “quieres”, haciendo que esa persona pase a ser, a penas, un extraño.

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