Lo invisible en imágenes

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Desde una cantidad ingente de recortes de prensa, dibujos y fotografías, la artista Inmaculada Salinas se cuestiona en la exposición ‘Una hora es invisible‘ la apariencia visual de hechos cotidianos que pasan desapercibidos, por considerarse poco importantes. Es la percepción de lo invisible.

Expone en la Galería Rafael Ortiz de Sevilla esta presentación de trabajos hasta el 31 de diciembre sobre “lo que no se ve, con lo que parece no tener valor, con lo que genera desconfianza por simple, para poder entender el disfraz de lo que sé y de lo que es valorado, estoy con aquello que simplemente se considera invisible” asevera Salinas. Toda la exposición es un camino muy gráfico, que invita a una reflexión al visitante sobre todo lo que ve, a interpretar lo visualizado porque forma parte de nuestro modus vivendi contemporáneo.

• Y parte de su peculiar triunfo residía en que la puerta nunca se abriría con excesiva frecuencia
• Nuestro cuerpo es su amo ...
• mujer, sensualidad, sexualidad
• mujer, embarazo, madre
• somos nosotras ... las responsables de que las grúas ...
• mujer, muerte

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La dibujante sevillana retrata en la muestra principal un amplio espectro de fotografías de periódicos, haciendo un paralelismo entre las ciudades de Londres -inspirándose en Virginia Wolf- y Sevilla,  para plasmar una gran caricatura, en forma de mosaico, de mujeres madres, mujeres prostituidas, mujeres objeto, mujeres urbanas, mujeres esposas, la vejez, la muerte, etc.

el sistemático orden de colores

Walden

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Walden

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En otro de los murales se inspira en Henry David Thoreau, escritor estadounidense, autor de Walden, en la que preconiza la desobediencia civil. En 1846, Thoreau se negó a pagar impuestos debido a su oposición a la guerra contra México y a la esclavitud en Estados Unidos, por lo que fue encarcelado. Inmaculada recuerda lo que hizo el filósofo al contruirse una cabaña para vivir solo. La ganadora del Premio Focus Abengoa (1999) plantear cómo construir tu refugio particular en la propia ciudad, “tu propio Walden”.

A partir de un trabajo sistemático, la artista desarrolla su trabajo, en forma de fichas, ya sea en un desfile de imágenes de prensa, de dibujos lineales con rotuladores de colores o de fotografías realizadas por ella misma. Es el caso de “Los cuidados son gratis”, panel en el que ella misma se ha disfrazado de hombre para narrar un día cualquiera con cuidados y labores, que asume principalmente la mujer.

Todo el recorrido es una apuesta singular y original, tanto de Inmaculada Salinas, como del propio galerista Rafael Ortiz, un dominó artístico que no deja indiferente y sí con un regusto prolongado de meditaciones.