Revista Política

Lo malo no es solo que las cuchillas corten; lo peor es que el señor presidente ni siquiera parece que tenga sangre

Publicado el 01 diciembre 2013 por Antoniobarba
Fabricación de una concertina como las que se usan en la frontera de Meilla

Fabricación de una concertina como las puestas en la frontera

Una gran persona que me honra con su amistad, dotada de una inteligencia emocional y una empatía fuera de lo común ahora que no me oye, me comentaba esta mañana que había tenido que parar de leer, porque se le hacía insoportable el dolor de fijar sus ojos entre las líneas del texto, un reportaje de El País sobre los efectos de la verja erizada de cuchillas que el Gobierno del PP mantiene en el perímetro fronterizo de Melilla. Unas cuchillas, recuerden ustedes, sobre las que el señor presidente del Gobierno dijo que iba a encargar un estudio acerca de su riesgo para la integridad humana, porque parece ser que no lo tenía claro, quedándose tan pancho, con esa cara de yo no fui y de cordero degollado que se gasta el prócer cuando se cumplen los dos años de su victoria en las urnas y de sus aterradoras consecuencias, ¡ay!, sobre el recortable en que ha convertido la piel de toro merced a sus tijeretazos por doquier. Qué ser. Y lo malo no es que las cuchillas corten a los inmigrantes que, llevados de su desesperación, intentan entrar en España, que también. Lo peor es que tengamos un presidente tan indiferente al efecto de sus políticas, un político que parezca tan de cartón piedra y que no sangre pensando en las consecuencias y los destrozos que están haciendo, con cuchillas o a machetazos que tajan nuestro Estado del Bienestar. Un presidente que ni siquiera parece que tenga sangre. Yo nunca jamás votaré ni a Rajoy, ni al conservador PP, y estoy seguro de que la persona que tuvo que dejar de leer el periódico tampoco, pero este señor es el presidente de tod@s, me caiga a mí mejor o peor (que es el caso), y da miedo semejante insensibilidad de quien nos representa. Un Gobierno democrático ha de tener otras alternativas para regular los flujos migratorios.


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