Revista Comunicación

Lo que Caprica pudo haber sido y nunca llegó a ser.

Publicado el 19 abril 2011 por Watanabe
Lo que Caprica pudo haber sido y nunca llegó a ser.Tras una sola temporada de 17 episodios SyFy decidió cancelar Caprica por sus bajas audiencias. El problema estuvo en que no pudo, o no supo explotar mejor el universo Battlestar Galactica y los fans de la serie original, decepcionados, le dieron la espalda. El resto de espectadores, ya sea los que se acercaron atraídos por un nuevo proyecto de ciencia ficción más o menos atractivo, los que se pusieron con ella por curiosidad, o símplemente lo que se toparon con la serie por pura coincidencia, tampoco es que se quedaran mucho más tiempo a su lado. En mi caso ni por unas razones ni por otras. O lo que es lo mismo, aunque Galactica me gustó mucho al principio, después fui perdiendo interés en ella a medida que avanzó la tercera temporada, y al final acabé sintiendo un amor-odio por la serie que me dejó al mismo tiempo con una extraña sensación de amargura y satisfacción en el paladar. Como podéis imaginaros, en estas circunstancias es obvio que para mi Caprica no fue en un principio un proyecto que me apasionase en extremo, pero sí un nuevo comienzo de lo más interesante que prometía nuevas y sugerentes perspectivas en lo que a su serie original se refiere. Por desgracia, (ya sea por los mandamases de la cadena o por los creadores de la serie), al final se ha quedado a medio camino de todo y de nada. Veamos el por qué en lo que creo han sido sus dos puntos esenciales...

Lo que Caprica pudo haber sido y nunca llegó a ser.

"La relación entre las familias Adama y Graystone,
va y viene según sopla el viento"


Por un ritmo y un tono un tanto desacertados.
Acepto que esta nueva visión del universo de Battletar Galactica quisiera ser más reflexiva y profunda que la original, y que se esforzara más en explorar el sentimiento religioso contra las nuevas tecnologías, y especialmente los personajes y sus dicotomías contra sus deseos y contradicciones, pero creo que tardó demasiado en acertar con el ritmo y el tono adecuado. Durante varios capítulos de la primera tanda y luego (tropezando en la misma piedra una vez más) de la segunda, los personajes parecieron estancados, ensimismados en sus propias desgracias personales dejando a un lado, una y otra vez, el gran potencial que tenían muchas de las mejores tramas de la serie. Una vez que se dio cuenta de eso y se puso las pilas, Caprica por fin despegó (por dos veces, una en cada recta final de cada una de sus dos diferentes tandas), demostrando que lo que realmente funcionaba era un mejor equilibrio entre acción y reflexión, que por otro lado fueron los dos pilares fundamentales en los que se sostuvo siempre la serie madre.


Lo que Caprica pudo haber sido y nunca llegó a ser.

"Todo el universo holobanda (aunque no esté
muy desarrollado) sí resulta muy original"


Por la constante presión de la guadaña de la cancelación.
Empiezo a creer a pies juntillas que hay una ley no escrita que dice que como fallen los tres siguientes episodios tras el piloto (sea éste brillante o no) la serie se va al garete por la fuga masiva de telespectadores sin paciencia. Creo que Caprica cumple perfectamente con esta ley, ya que esos episodios que nombro son realmente aburridos y tediosos, donde parece que las tramas no quieran ir a ningún sitio en concreto. De ahí en adelante la cadena puso a la serie en la picota y parece claro que sus responsables lo sabían y empezaron a cambiar desesperadamente cosas aquí y allí (dando palos de ciego) y llevando a los personajes y a las diferentes historias de un sitio para otro en busca de un nuevo impulso de audiencia que por desgracia nunca se produjo. Este desajuste de tramas se hizo mucho más evidente en la segunda tanda de episodios, donde muchos de sus personajes e historias cambiaron totalmente de motivaciones como por arte de magia, y muchos otros hasta desaparecieron por completo. Como resultado final la serie careció de una buena columna vertebral que la sostuviera, acabando siendo excesivamente dispersa e irremediablemente deslavazada e inconexa. Una pena.
Aun con todas estas adversidades, Caprica nos ha dejado con multitud de cosas de lo más interesantes. Por un lado su estética, puesta en escena, y banda sonora siempre estuvo muy cuidada haciendo de la serie un producto muy atractivo tanto para la vista como para el oído. Entre todo ese mejunje de tramas que van y vienen, se pierden y se vuelven a encontrar, hay muchas ideas lanzadas al aire muy originales (incluso fascinantes) que sí supieron dar en el blanco. Y también cabe destacar que como precuela de Battlestar Galactica funciona bastante bien si lo que se quiere únicamente es descubrir los acontecimientos que dieron origen al germen de los enfrentamientos entre los humanos y los Cylon (el maravilloso epílogo final enlaza perfecta y majestuosamente con lo ya conocido).
Por todo ello concluyo diciendo que, si se es fan del universo Galactica, y se tiene la suficiente curiosidad y paciencia como para embarcarse en un proyecto de lo más irregular, aconsejo firmemente su visionado. Para todos los demás, les sugiero que no pierdan demasiado el tiempo con esta serie. Hay naves y universos mucho mejores por conocer en la inmensidad de la galaxia televisiva.

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