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Lo que detesto del blogging (parte 1)

Publicado el 09 febrero 2016 por Silvia Filóloga @silviafilologa

Antes de empezar, y que conste: no lo hago adrede.

Segundo punto: no, no he escrito mal la palabra blogging.


Llevo bloggeando desde finales del 2009, y es de suponer que en todo ese tiempo he visto de todo, muchas cosas que me gustan y por desgracia, otras tantas que no. Hoy, en plan aburrida, he decidido sentarme a escribir sobre "Lo que detesto del blogging". Más tarde o más temprano iba a hacerlo, así que... He considerado que sería buena idea poner blanco sobre negro todo aquello que más detesto cuando bloggeo para que tú, amig@ blogger, no te sorprendas si me invitas a visitar tu espacio bloggeril y ves que no lo hago. Toma buena nota.
Por otro lado, no soy mala, ni bruja, masoquista, diablesa ni nada por el estilo al hacer esto. Tampoco quiero echar nadie a los lobos; creo que con los motivos que dé más de uno y más de una se sentirá reflejad@. Quiero dejar claro que no doy a nadie por aludido. Lo que voy a explicar son simplemente "cositas" que odio ver/encontrarme en un blog. 
Por supuesto que cada uno es dueño y señor del suyo, y se siente en casa cuando está en él, y lo quiere especialmente... bla, bla, bla. Y sobre todo, habrá (y hay) cosas de mi blog que no gusten (acepto críticas constructivas), que no todo es echarme rositas a mi persona, no te vayas a creer. A tu lado, no soy quién, tan solo una blogger más.
Así que, llega el momento de sincerarse, de sincerarme yo y espero que tú también regalándome un comentario con lo que detestas de los blogs. Empecemos por partes como dijo aquel conocido asesino en serie...Lo que detesto del blogging (parte 1)

1. El "inocente" pajarito de Twitter volando por la página


Lo que detesto del blogging (parte 1)O cualquier cosa similar (corazones por San Valentín, Papás Noeles, calabazas de Halloween...). En realidad más que volar, da el coñazo (y perdón la expresión). El pajarito de Twitter volando es un widget que puedes poner en tu blog para que el pájaro vuele sin cesar por la web mientras navega el (sufrido) visitante. Te paras tú, se para el pajarito. Por ende, no hay nada más odioso que estés leyendo algo y de repente aparezca el pajarito y se pare justo encima del texto, impidiendo así la lectura. Eso te obliga —después de maldecir no al pajarito que no tiene culpa, sino al blogger que decidió ponerlo en su página— a ir moviendo la web de arriba a abajo para que el pajarillo abra de nuevo sus alitas azules y, esperanzad@, se largue de tu texto. Y hasta la próxima.
No tengo nada en contra del amable parajito, pero el widget se supone que ayuda a llamar la atención del visitante para con la cuenta en Twitter del blogger (en cristiano: que te hagas follower). La verdad sea dicha: te incordia. Si quiero hacerme follower eso es ya cosa mía, no hace falta que me atosiguen de esa manera. Por tanto, es cansino, odioso y me enerva. Premio gordo al/la que decidió inventar un widget semejante a este. ¡Te has lucido chaval/a!

2. Reproductor de música automático


Que tire la primera piedra quien no se haya encontrado mínimamente una vez con un blog en el que suene música, veteasaberusteddedóndec***sale. No vayas a pensar lo contrario: me encanta la música, es más, yo misma recomiendo canciones en mi blog y tengo un canal lleno de playlists musicales, estoy en Spotify, Last FM... Pero de ahí a que nada más entrar a un blog suene música, me espanta. Como en ese momento tenga puestos los auriculares, juro por los dioses del Olimpo que me asusta que de repente suene música (imagina si es heavy metal o rock duro), casi siempre de dudoso gusto. 
Lo que detesto del blogging (parte 1)Como con el pajarito de Twitter, si el blogger cree que poniendo música automáticamente nada más entrar al blog voy a quedarme a oirla, lo tiene claro. Estoy ahí para leer el blog, no para escuchar música, perdón, SÚ MÚSICA. Si quiere tenerla, que se abra una cuenta en Spotify o se haga un canal en algún sitio (como yo en iVoox) y luego iré a ver y escuchar, pero por favor, en el blog no, que hace sangrar los oídos.
Así que, aviso: no es una buena táctica para que me quede en tu blog. Además —y duele— espanta a los seguidores y ralentiza la carga de la página. Eso no te lo quita nadie.

3. Los blogs con mil seguidores y meses online


Parece raro, pero los hay. Y eso solo me puede decir una cosa: que el blogger organiza concursos a mansalva —con las editoriales detrás, of coursepara ganar seguidores. No lo puedo entender de otra forma. Porque si no, que me digan a mí qué ha hecho un blogger con 1.000, 2.000, 3.000 y pico de seguidores y tan poco —muy poco— tiempo online. ¿O es que se ha hecho un plan de personal branding acojonante? 

4. Textos no justificados y separación por párrafos


Habrá quien no le moleste y habrá quien sí. Yo soy de las segundas. Algo tan simple como lo siguiente: ya que Blogger —a diferencia de Wordpress— se ha molestado en poner la justificación de textos en el editor, úsala. Quizá prefieras tener los textos alineados a la izquierda —o peor, centrados— pero si los justificas, ganas en orden, estética y buena presentación, como nos decían en el colegio. Tan solo hay que darle a un botoncito de nada.
Y en cuanto a los párrafos, la cosa también es simple: si no separas el texto por párrafos, cansarás a cualquiera por tener que leerse, en apariencia, todo un tocho de letras. Demuestra que te enseñaron a escribir ordenadamente en el cole y escribe una idea por cada párrafo, por favor. 

5. Blogs anónimos y fantasmas


detesto blogging (parteLo que detesto del blogging (parte 1)Esto ya es el acabóse. Un blog anónimo es aquel en el que el blogger en cuestión decide no ponerse nombre alguno, es alguien desconocido, con lo cual, parece que esté hablando con una piedra. Me da igual que se ponga un avatar con la cara de su perro, un emoji o se haga llamar como su personaje favorito de anime japonés, la cuestión es que me gusta ponerle nombre o nick y si puede ser cara/dibujo a quien está detrás de la pantalla. 
Y un blog fantasma es aquel olvidado donde Cristo dejó la clancla. Hola, hoooolaaaaa.... Llamas y no hay nadie. Gritas y nadie responde. Lo peor es cuando las entradas están fechadas y ves que hace mil que el fantasmón de turno abandonó su morada sin previo aviso. 
Mucha telaraña. Para fantasma ya tenemos a Casper.

6. Fondo negro


Lo peor que puedes ver en fondos de blog. Creerás que al ser negro, un color oscuro o lo que quieras, todo se ve mejor. Pero como el fondo de las entradas será blanco lo más seguro, basta que lleves un rato considerable en el blog para que, al cerrar la página, la vista, el iris, la pupila, el fondo ocular acaben jodidos. El ojo se adapta a la claridad del blanco (sumada a la luminosidad que tengas puesta en la pantalla) que, al cambiar a otros colores (y recuerda, con el negro azotando de fondo), pues la vista acaba fatigada, como viendo a cuadritos. Pruébalo y verás y ten muy en cuenta que nos olvidamos de pestañear cuando estamos con la vista fija en algo mucho tiempo —la pantalla del ordenador—. 
No hagas del negro tu color per se en tu blog. No hay ningún protocolo que lo dicte. Es más, una norma óptica en informática es utilizar letras más oscuras que el fondo, en ningún caso de color negro. ¿Has probado al revés? Dicho queda.

7. Reseñas paupérrimas


En superlativo, lamentablemente, porque me he encontrado reseñas bastante pobres. No pido que nadie escriba reseñas como la Biblia de larga, pero si tanto te gustó una novela, al menos háblame de ella con convicción. Y no, no me refiero con la sinopsis y "me ha gustado porque..." o "te la recomiendo" y ya. Anímate a hablarme de los personajes, de los temas de la novela, de la narrativa del autor, del lenguaje que usa, si algo no te ha gustado...etc. Cúrrate la reseña con objetividad, sinceridad y buena letra, pon alguna fotico que nunca viene mal y un rating al final, que ayuda bastante (aunque hay quien se va directamente ahí para saber si merece la pena o no el libro reseñado). Al principio saldrán fofas y nada originales, pero la práctica hace al maestro. ¿Es pedir mucho a un blogger literario QUE RESEÑA LIBROS? Si lo es, quizás esto te viene grande.  
Lo que detesto del blogging (parte 1)
CONTINUARÁ...
Si compartes alguna de estas razones conmigo, coméntamela aquí mismo o usa el hashtag #DetestoDelBlogging y a continuación lo que detestas entre las miles de cosas que seguro detestas cuando bloggeas. O si algo te incomoda de mi blog, pues dímelo sin miedo. Hasta hoy, no me he comido a nadie.
¡Atrévete! Ser blogger es bonito, pero también tiene una cara amarga.

(¯`• Filóloga Bibliófila •´¯)

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