Revista Belleza

Lo que escribo (VI): Rayuela.

Por Gadirroja

Lo que escribo (VI): Rayuela. Esta semana el reto de escritura viene de mano de Molí del canyer, que nos propone juegos infantiles para inspirar nuestra participación.Yo he sido un poco rebelde, porque a pesar de que la propuesta era amplia, me he atrevido a rescatar un juego que no aparecía en su lista...pero que a mi, me encantaba de pequeña.

¡A ver si te gusta!


Rayuela.

¡Uno! La primera de la mañana, suena el despertador y le toca poner la cafetera, ir despertando a los pequeños y recordarle a Juan Carlos que hoy, además de recogerlos del comedor escolar, le toca llevar al grande a la extraescolar de ajedrez.

¡Dos..y tres! En el atasco de la M3 aprovecha para repasar las reuniones que tendrá, organizarse la mañana y la primera hora de la tarde y responder algunos audios de clientes. Menos mal que se acuerda de que su cuñada tuvo médico ayer para la revisión oncológica y la llama, ya de camino al aparcamiento.

¡Cuatro! Tras adelantar los informes y acudir a la reunión, declina elegantemente el ofrecimiento de su superior. Un congreso en Francia al que asistiría de buen grado si no sospechara que su jefe quiere algo más allá de lo estrictamente profesional.

¡Cinco, seis! Pausa para comer mientras llama a Juan Carlos y le recuerda que ella hoy, antes de volver a casa tiene una tutoría con el maestro de la pequeña para ver si finalmente necesitará atención especializada en el cole, porque no termina de arrancar con la lectura. Justo después, consuela a Concha, su compañera de despacho, que está deprimida porque el último de sus hijos se ha marchado a trabajar a Suiza y se siente muy sola.

¡Siete! Tras la cita con el maestro, llega al super cinco minutos antes de que cierren – y aguanta estoicamente la mirada de la cajera, que la odia por eso y con razón, – coge algo de verduras congeladas y pollo para la cena porque no cree que les dé tiempo a cocinar nada más elaborado.

¡Ochonueve! Juan Carlos ha bañado a la peque, pero ella prefiere que sea mamá la que le seca el pelo. Después de la cena, cuento para la chiqui (menos mal que el grande, ya lee solo).

¡Diez! Mientras se desmaquilla piensa “por dios, que Juan Carlos no tenga hoy ganas de jarana” y cae que, ella misma, hace semanas que tampoco. Al ver la almohada, piensa “’Rayuela” y deja caer su cabeza sobre el bendito lugar de descanso, recordando lo fácil que era llegar cuando dibujaba “la casita” en el suelo con su tiza y sus manitas de seis años.

Lo que escribo (VI): Rayuela.

Te dejo aquí enlace a la entrada de Molí del Canyer por si quieres ver al resto de participantes.

Gracias por seguir en este viaje. 

 Por muchos momentos bonitos



Volver a la Portada de Logo Paperblog