Lo que le sobra a 'Quién quiere casarse con mi hijo'

 Hace ya algo más de una semana que Cuatro estrenaba 'Quien quiere casarse con mi hijo', su nuevo reality "humoristico" y romantico del mismo estilo que 'Granjeo busca esposa'. Yyo, fan de toda esta basura televisiva , no me lo podía perder (a esa basua me refiero a los realitys chorras estilo MTV, no a la basura estilo Sálvame o Deportes Cuatro). Pero a pesar de ser totalmente identico a 'Granjero busca esposa', tiene unos cuantos detalles que hacen que este segundo reality sea mucho peor. Pero por desgracia hacen que a la audiencia le interese más.
El detalle principal es el sexo. 'Quien quiere casarse con mi hijo' está enfocado básicamente en el sexo. Cuando es el segundo programa y ya has visto a todas las candidatas en bikini, es porque se va a lo que se va.  Además, el tema principal en todas las conversaciones de uno de los participantes es su aun conservada virginidada a los 27 años. Luego tenemos a otro que ya en el segundo programa le ha comido la boca a casi todas sus pretendientas. Y es que el sexo vende, y en el programa lo saben.
Claro, el sexo vende, pero si lo venden gente que esté buena, mucho mejor. En el casting del concurso se ha ido a por lo que se ha ido, a participantes jovenes de buen ver (algunos más que otros, hay que decirlo). Además para todos los gustos, jovenes, algo más maduros, gays... pero todos bien fornidos, que eso vende bien.

Además tenemos demasiadas pretendientas. Si no me logro aprender el nombre de las pretendientas de 'Granjero busca esposa', siendo solo 2 para cada chico (este año 3 con esta tonteria de la cibernovia), ¿como quieren que me aprenda los nombres de las 6 de cada chico? Menos mal que ya en el segundo programa han echado a 2 cada uno. Aún así, siguen siendo demasiadas. Pero contra más carne, mejor, que así mejor se vende todo.
Y como siempre tenemos la duración. Supongo que 'Granjero busca esposa' duraría lo mismo, pero en este programa se hace demasiado evidente que le soban 20 minutos. Pero todo sea por llenar más tiempo con la máxima audiencia.
Aún así no es un programa del todo malo. Entretiene, y aunque estaríamos mejor viendo otra cosa, es buena compañía para pasar la noche de los lunes sin pensar mucho. Y echarte unas risas.